El indulto concedido por el Gobierno al conductor kamikaze que provocó la muerte de un joven de Alzira contra el que colisionó cuando circulaba en dirección contraria por la AP-7 ha sido recibida con indignación por la familia de la víctima, que considera especialmente llamativa esta medida de gracia cuando el conductor suicida, condenado a trece años de prisión, «únicamente ha cumplido diez meses».

«Nos parece lamentable y muy decepcionante que el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, pueda firmar un indulto a un kamikaze que ha sido condenado por el Tribunal Supremo a trece años de cárcel. No entendemos que el Gobierno pueda cargarse de un plumazo el trabajo hecho por el abogado de la defensa y por los jueces y magistrados; es una burla a la familia de la víctima, pero también a la sociedad», señaló ayer la hermana del fallecido, mientras expresaba el desánimo que esta resolución genera tras un pleito que se ha prolongado «nueve años» y en el que el acusado ha agotado todas las instancias que tenía a su alcance.

«Consideramos que se trata de una intromisión bárbara del Poder Ejecutivo en el Poder Judicial, a través de una ley de indulto anacrónica, desfasada, arbitraria e injusta, que al final solo causa dolor y descrédito en el Gobierno que firma ese indulto», incidió la familia, mientras señalaba la desconfianza que el mismo puede generar en la familia de la joven fallecida el domingo en Valencia tras ser arrollada cuando cruzaba con bicicleta por un paso de peatones de la calle San Vicente Mártir por un conductor que dio positivo en el control posterior de alcoholemia.

La familia del joven de Alzira hizo especial hincapié en que el indulto se concede cuando el acusado únicamente ha cumplido «diez meses de prisión» de los trece años que confirmó el Supremo. «El único consuelo que le queda a la familia tras lo sucedido es que el conductor cumpla la condena y tampoco eso va a pasar», lamentó la hermana del fallecido.