El Juzgado de Instrucción número tres de Xàtiva investiga la muerte de un hombre de mediana edad que falleció cuando se encontraba detenido en los calabozos del Puesto Principal de la Guardia Civil de Canals. El finado fue hallado ahorcado a primera hora de la mañana del viernes por un agente de la Benemérita que se encontraba haciendo las funciones de vigilancia de puertas y control de calabozos.
Algunas fuentes consultadas por este periódico apuntaron la posibilidad de que el arrestado hubiera utilizado sus propios cordones de las zapatillas para ahorcarse, aunque otras insistieron en que se cumplió correctamente con lo que marca el protocolo y se le retiraron todos los efectos que pudieran ser peligrosos para su integridad física, incluidos por tanto los cordones o el cinturón si lo portara.
El fallecido, de origen marroquí, había sido arrestado el día anterior por un intento de agresión y trasladado a los calabozos del cuartel de la Guardia Civil de Canals. Se sospecha que la muerte se produjo durante la noche aprovechando la falta de personal que se da en muchos puestos de la Benemérita durante la época estival. Fue a la mañana siguiente, el pasado viernes, cuando se percataron de que el sospechoso estaba muerto en los calabozos.
Hasta el lugar se trasladó la comisión judicial para proceder al levantamiento del cadáver, que fue llevado al Instituto de Medicina Legal de Valencia para realizarle la pertinente autopsia, aunque la causa de la muerte era aparentemente asfixia por ahorcadura.
La Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad establece la obligación de «velar por la vida e integridad de los detenidos». No obstante, no es el primer caso que se da en la Comunitat de detenidos que logran eludir la vigilancia de los agentes que los custodian y acaban quitándose la vida en la propias dependencias policiales.
En septiembre de 2012 un hombre de 35 años, arrestado por amenazar a su expareja con un cuchillo, se suicidó ahorcándose con su propia camiseta en los calabozos de la comisaría de Policía Nacional de Torrent horas después de su detención. En aquella ocasión la madre del fallecido ya había advertido a la policía del riesgo de suicidio que existía ya que su hijo se había intentado quitar la vida hasta en cuatro ocasiones.
