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Estancia para los niños de la nueva comisaría.Estancia para los niños de la nueva comisaría.

Plantilla

La Policía Nacional designa a 8 agentes sin experiencia para la comisaría de violencia machista

La convocatoria para cubrir las plazas no incluía ningún requisito y la jefatura ha elegido policías antidisturbios, de radiopatrullas y de oficinas

Ocho agentes del Cuerpo Nacional de Policía, sin experiencia en instrucción de atestados o tramitación de denuncias y sin formación en violencia de género, son los elegidos por la Jefatura Superior de Policía de València para ocupar los puestos vacantes en la comisaría especializada en violencia machista financiada y creada por la Conselleria de Justicia.

La fórmula administrativa elegida implica que los ocho agentes pasan a engrosar la plantilla de la Policía de la Generalitat en comisión de servicio, con un promedio de 480 euros más de salario al mes, según el SUP. Pese a que será la Generalitat quien pague ese sobrecoste, la elección de los funcionarios ha sido realizada exclusivamente por la Jefatura Superior de Policía de València, sin que la de la Generalitat haya podido intervenir en ese proceso.

La comisaría, un proyecto personal de la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, que buscaba una atención integral a las víctimas de violencia machista para evitar su peregrinaje por las distintas administraciones implicadas en estos delitos, vio la luz el pasado 15 de abril.

Se trata de un entorno cuidadosamente planificado y decorado para crear un espacio de seguridad psicológica y jurídica, en el que tienen despacho no solo los funcionarios de policía que tramitan las denuncias y dan los primeros pasos de la investigación, sino que además alberga un despacho para los médicos forenses que realizan las exploraciones de las víctimas, otro para las trabajadores sociales y las psicólogas que las ayudan en la tramitación de las ayudas y otro más para los abogados que las asisten en el proceso judicial. Incluye, además, un espacio para los niños, de manera que la víctima puede acudir con sus hijos sin que ello le suponga un problema logístico añadido.

Desde el inicio, la comisaría, pionera en España por su concepción integral y que está llamada a ser replicada como mínimo en las ciudades de Alicante y Castelló por su idoneidad en el campo de la violencia machista, fue dotada con siete agentes de la Policía de la Generalitat, dirigidos por una subinspectora -como el resto de la plantilla de esa unidad, se trata de policías nacionales adscritos a la Generalitat como policía autonómica-. Las siete agentes y la subinspectora eran mujeres.

Protesta de los sindicatos

El proyecto estipulaba, desde el principio, que la oficina debía tener 15 agentes, de modo que la Policía de la Generalitat preparó una convocatoria para cubrir las vacantes con agentes de la Policía Nacional, que pasarían a la plantilla de la autonómica en comisión de servicio.

Los responsables de la Policía de la Generalitat buscaban un perfil muy concreto: funcionarios sensibilizados con la violencia de género y duchos en la confección de atestados, que procediesen o bien de oficinas de denuncias de cualquier comisaría, donde la mayor parte de las tramitaciones están relacionados con la violencia de género, o que tuviese formación específica en violencia machista.

Pero, esa convocatoria ni siquiera llegó a ver la luz. Los sindicatos denunciaron que la lista estaba hecha, montaron en cólera y, bajo la sospecha lanzada de que los agentes ya habían sido buscados a dedo, pidieron una convocatoria propia de la Policía Nacional. Ésta, emitida el 15 de abril, el mismo día que se inauguró la comisaría, no pedía ningún requisito específico, aunque sí mencionaba que los aspirantes debían enviar su currículum profesional, de donde se deducía que serían examinados y elegidos en función de sus conocimientos en violencia de género y en la confección de atestados policiales, cuyo contenido es vital para que una actuación policial se sustancie en una posible futura condena judicial.

La sorpresa llegó el viernes pasado, cuando la Dirección General de la Policía comunicó quiénes eran los elegidos por la jefatura de València y su perfil profesional, que ayer denunciaron de nuevo los sindicatos. De hecho, de los más de 400 aspirantes que concurrieron a las ocho plazas, se han quedado fuera todos los procedentes de las unidades especializadas en violencia de género, las UFAM, estén o no ya en esas plantillas.

Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de València dijeron ayer a Levante-EMV que la selección se había realizado «atendiendo a criterios objetivos y de méritos», pero so supieron aclarar qué meritos se habían tenido en cuenta. Otras fuentes conocedoras de la decisión explicaron que, principalmente, se había tenido en cuenta la «antigüedad en la Policía» de los aspirantes, aunque fuentes conocedoras de los currículum han negado rotundamente que los ocho elegidos, mayoritariamente hombres, cumplan siquiera ese requisito.

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