Agentes de la Policía Nacional y del Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES) irrumpieron la noche del martes en una apartada casa de campo de una partida rural de Benissa y capturaron a un vecino de este municipio de 48 años y a una mujer de 35 de nacionalidad alemana. Horas antes había fallecido en el hospital de Dénia el hombre de 44 años que se presentó en urgencias gravemente herido tras recibir tres disparos en el abdomen y una pierna. Este hombre, vecino de Llíber, acudió al hospital en su vehículo tras haber intentado restañar por sus propios medios sus heridas. Sufrió una septicemia (infección generalizada) y los médicos, que al descubrir los impactos de bala avisaron inmediatamente a la Policía Nacional, no pudieron ya hacer nada por salvarle la vida.

El arrestado es el presunto autor de los disparos, mientras que la mujer, que ahora sería su pareja y antes habría mantenido una relación con el vecino de Llíber, está acusada de encubrir el crimen. El presunto homicida y la víctima mantenían un enfrentamiento personal. El ahora detenido le descerrajó los tiros con una escopeta. Los investigadores están tratando de determinar dónde se produjo el tiroteo. En la mañana de ayer registraron a fondo la vivienda de la partida rural que está próxima al Pont del Quisi.

La vecina de la casa que está junto a la que residen los arrestados afirmó a este diario que no escuchó disparos ni ningún ruido que le hiciera sospechar.

Los policías, al entrar el martes sobre las 21 horas en la casa de campo del presunto homicida, temían que se atrincherara e incluso abriera fuego contra ellos con escopetas de gran calibre y el arma de fuego con la que tiroteó a la víctima. Pero el hombre no opuso gran resistencia. Allí también estaba la mujer alemana de 35 años a la que los agentes consideran encubridora del homicidio.

La investigación está abierta y la Policía Nacional todavía está cerrando los flecos de cómo se produjo la agresión. Lo que sí ya se da por seguro es que entre los dos hombres existía una profunda animadversión.

El fallecido era bastante conocido en Llíber, donde, según las fuentes consultadas, había regentado durante muchos años un restaurante. Llegó a formar parte en 2011 como suplente de una lista electoral.

Si hubiera pedido ayuda nada más recibir los disparos, es muy probable que hoy siguiera con vida. Pero, tras resultar herido de gravedad de tres tiros, optó por intentar frenar él mismo las hemorragias. Ya hacía horas que había sufrido los balazos cuando acudió en su coche al hospital y entró en urgencias. Los facultativos se alarmaron al descubrir que el hombre presentaba tiros en el abdomen y una pierna y que la infección masiva estaba muy avanzada. Al poco de ingresar, falleció.

La Policía Nacional ha resuelto rápidamente este homicidio, pero atar los cabos de una agresión motivada por motivos personales e íntimos siempre es complicado. Los investigadores consideran que es crucial analizar el escenario del tiroteo para reconstruir al detalle cómo fue la trifulca que mantuvieron estos hombres y que acabó con uno de ellos abriendo fuego contra el otro.