La alcaldesa del Llaurí, la socialista Ana María González Herdaro, ha aceptado esta mañana una pena de 960 euros de multa y ocho meses de retirada del permiso de conducir en un juicio rápido por un delito contra la seguridad vial por circular bajo la influencia de bebidas alcohólicas.

González Herdaro ha admitido su responsabilidad ante el Juzgado de Instrucción número 20 de Valencia. De ahí que se le rebaje la pena inicial que solicitaba el Ministerio Fiscal, de 1.440 euros de multa y un año de privación del derecho a conducir vehículos a motor.

Según los hechos declarados probados, a las 18.45 horas del pasado sábado la alcaldesa de Llaurí conducía el vehículo, modelo Toyota C-HR, por la Marina de València «afectada por la ingestión precedente de bebidas alcohólicas, con la consiguiente merma de reflejos y pérdida de atención en la conducción».

Tras ser parada por la Policía Local de València en un control de alcoholemia, los agentes comprobaron que la conductora no se encontraba en condiciones de manejar el vehículo al mostrar evidentes signos de haber consumido bebidas alcohólicas, como pupilas dilatadas, rostro congestionado y fuerte aliento a alcohol.

En la prueba de alcoholemia María González Herdaro dio una tasa de 0,81 miligramos por litro de aire espirado en la primera, y 0,78 mg en la segunda, realizada con el etilómetro evidencial un cuarto de hora después.

La propia alcaldesa aseguró que su positivo superando con creces la tasa de alcohol al volante permitida por la normativa de tráfico «le puede ocurrir a cualquiera», aunque puntualizó que «eso no es excusa». González quiso dar ayer su versión de los hechos ocurridos con una publicación en sus redes sociales asegurando que bebió «dos cervezas» a las que añade «no más de dos copas de vino» durante una comida que «casi» no probó porque «no tenía hambre».