Agentes del grupo de Homicidios de la Guardia Civil de València investigan el asesinato de un hombre de 72 años de edad, en su domicilio de Albalat de la Ribera, a quien alguien próximo habría matado a golpes y ocultado su cuerpo en una jardinera de la terraza de la vivienda, donde ha permanecido durante cinco días sin que nadie se diese cuenta. Aunque todo apunta a que los golpes son la causa principal de la muerte, será la autopsia la que determine si también hay señales de asfixia

El cuerpo fue descubierto pasadas las diez de la mañana de ayer, después de que la vecina de la puerta de enfrente alertase al Ayuntamiento de Albalat por el fuerte hedor que provenía de la casa de Rafael Gausach, que vivía solo en uno de los pisos de la planta primera de la finca sita en el número 13 de la calle del Pont.

El alcalde de Albalat, Felip Hernandis, según ha explicado él mismo, dio aviso «al teniente de la Guardia Civil y a los bomberos, y también envié a la brigada de obras del ayuntamiento, por si era necesaria su intervención».

Agentes de Criminalística, en el portal de la finca, preparan los maletines para realizar la inspección ocular de la vivienda. Perales Iborra

Los agentes de la Guardia Civil de Sueca pidieron a los bomberos que les franqueasen la entrada, ya que nadie más que Rafael disponía de llaves del piso. Una vez abierta la puerta, los agentes entraron y se encontraron con la casa llena de enseres, muy sucia y con desorden. También, salpicaduras de sangre en al menos una de las estancias. 

Tapado con desechos en la terraza

Poco después, al revisar en profundidad la vivienda, salieron a la terraza del patio interior y fue allí donde localizaron el cuerpo sin vida de Rafael Gausach, un hombre muy apreciado y conocido en el municipio.

Según las fuentes consultadas por Levante-EMV, el cuerpo había sido ocultado en una jardinera de obra construida a partir de una de las paredes laterales de la terraza, de unos tres metros de largo. Además de tierra, habían cubierto el cadáver con una multitud de enseres y trastos viejos, entre ellos plásticos rotos, macetas y otros objetos de desecho. Esa es la razón por la que, a pesar de estar en la terraza del patio interior, al que tienen vistas el resto de los vecinos de la finca, nadie lo vio porque el cuerpo estaba totalmente tapado.

El cadáver estaba cubierto con plásticos, macetas y otros objetos de desecho, y la puerta del piso no había sido forzada

Ante esas circunstancias, y con la certeza de que se trataba de una muerte violenta, los agentes alertaron al equipo de Policía Judicial de Sueca, que, tras acudir, confirmaron que se trataba a todas luces de un asesinato, así que se puso en marcha el protocolo para estos casos y se pidió la presencia del grupo de Homicidios de la Comandancia de València, así como de los especialistas del laboratorio de Criminalística.

Operarios del retén fúnebre judicial se llevan el cuerpo sin vida de Rafael Gausach. Perales Iborra

El levantamiento del cadáver, especialmente laborioso por el avanzado estado de putrefacción del cuerpo y por el método de ocultamiento, no pudo realizarse hasta cerca de las 15.30 horas. El cadáver fue trasladado por orden del juez de Instrucción número 2 de Sueca, en funciones de guardia, al Instituto de Medicina Legal (IML) de València, donde hoy comenzarán a realizarle la autopsia. No obstante, se prevé complicada, por lo que es más que probable que no concluya hasta el lunes.

La puerta no estaba forzada

En principio, los agentes del grupo de Homicidios están centrando las primeras gestiones en tomar declaración a las personas más próximas a Rafael, que era soltero y vivía solo, según han confirmado los vecinos.

En todo caso, quien acabó con su vida contaba con su confianza, ya que la puerta de la calle no estaba forzada ni hay evidencias, al menos de momento, de que alguien accediera por alguna ventana, por lo que todo apunta a que sería la víctima quien le dio acceso a la vivienda porque no esperaba un ataque de esa persona.

A falta de que la autopsia determine con una mayor certeza la data de la muerte, dado el estado del cuerpo y el tiempo que los vecinos hacían que no lo veían, el forense de guardia que ha inspeccionado el cuerpo ha fijado como fecha probable de la muerte el pasado fin de semana o el lunes, es decir, que el crimen fue cometido entre cuatro y cinco días antes del hallazgo.

Por ahora, han evidenciado que el cuerpo muestra señales de golpes y que, a simple vista, no se han apreciado lesiones de arma blanca, aunque hasta que el cadáver no sea examinado en profundidad en la sala de autopsias no se podrá determinar con certeza si los golpes son la principal causa de la muerte o si, además, Rafael fue asfixiado.