El celador de 63 años juzgado ayer en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia por abusar sexualmente de una menor de 16 años, aprovechando que su víctima se encontraba anestesiada tras una intervención de extirpación de amígdalas, reconoció parcialmente los abusos ante el tribunal. El acusado, que se enfrenta a una petición de pena de diez años de cárcel por un delito de abuso sexual a menor de edad agravado, admitió haberle realizado tocamientos a la adolescente en la zona genital pero negó cualquier tipo de acceso carnal, incluida la introducción de dedos, lo que agravaría considerablemente la hipotética condena. 

Los hechos, juzgados ayer a puerta cerrada, ocurrieron el 17 de mayo de 2021 en un quirófano del Hospital General de Ontinyent. La Fiscalía sostiene que cuando la menor se encontraba privada de sentido al estar bajo los efectos de la anestesia, el procesado deslizó su mano por debajo de la ropa interior y le tocó sus partes íntimas.

Una enfermera sorprendió al acusado abusando de la menor

Los citados tocamientos se habrían producido delante del anestesista y de una enfermera. Ella fue la que se percató de lo que estaba ocurriendo y levantó la sábana, sorprendiendo al acusado. Inmediatamente puso los hechos en conocimiento de la subdirectora del hospital.

Los abusos no se habrían limitado solo a tocamientos, las acusaciones mantienen que hubo también introducción de dedos. De hecho, los forenses que exploraron a la menor apreciaron perforación del himen «compatible con acceso carnal de miembros corporales por vía vaginal», según consta en el escrito de acusación del fiscal.

Al finalizar la vista oral, familiares de la víctima esperaron la salida del furgón de traslado de presos para desahogar su rabia contra el presunto violador de la menor.