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Análisis

El Valencia ya comienza a funcionar

Enlazar varias victorias seguidas, como así ha hecho el equipo de Gary Neville, es la mejor manera de remontar

El Valencia ya comienza a funcionar

El Valencia CF ya comienza a carburar. Y a coger la inercia necesaria a base de enlazar victorias. El triunfo de ayer en Granada sirve para dar tranquilidad al equipo de Gary Neville a la hora de afrontar el resto de temporada. Estas son las claves del encuentro:

Enzo Pérez equilibra, Parejo la juega y André desequilibra

El Granada comenzó mejor en el partido. Salió con una marcha más al campo, muy metido en el partido y con mucha intensidad. Ejerció una fuerte presión sobre el Valencia. Pero el ritmó frenético de los jugadores de Sandoval fue de más a menos. Esa quinta velocidad era insostenible. Duró veinte minutos. Al Valencia le costó entrar más en el encuentro. Pero en cuanto Parejo comenzó a entrar en juego, tanto a la hora de tocar el balón para iniciar el fútbol desde atrás, como cuando se liberó un poco más y se fue hacia arriba, el Valencia se sintió dominador. El equipo de Neville se asentó y ajustó más en defensa, sobre todo por la banda de Siqueira que tenía muchos problemas con Success, y comenzó a mover con algo más de velocidad la pelota.

Hablamos de Parejo, pero también en cuanto André Gomes aparecía en juego, en el primer tiempo estuvo muy irregular pese un remate de cabeza a centro de Cancelo que casi acaba en gol, el Valencia evidenciaba que era mejor equipo. A la hora de equilibrar el once, la labor de Enzo Pérez se me antojó clave. Dicen que el equipo que domina el centro del campo es el que domina el partido. El Valencia CF puede ser dominador cuando, en un sistema de tres futbolistas en esa parcela del campo, juega con Enzo Pérez, Parejo y André Gomes.

Alcácer evidencia que a día de hoy es el delantero titular

Uno de los aspectos importantes del Valencia es la conexión entre Feghouli y Alcácer. El primero tiene desequilibrio. Y gol. Cada vez que se acerca al área rival suele pasar algo. Tiene punta de velocidad y regate. Y es de los pocos jugadores con capacidad y salida en el uno contra uno. Pero todavía le falta un poco para ofrecer su mejor versión. Aunque ayer no realizó un encuentro completo, la banda derecha gana mucho cuando Feghouli es el futbolista titular. Alcácer es su socio perfecto. El de Torrent es un rematador nato, un nueve de área, pero también tiene velocidad a la hora de realizar buenos movimientos y ganarle la espalda a los centrales. Es de esos futbolistas que aparecen en el momento justo y en el lugar adecuado. Alcácer necesita muy poco para crear peligro y es sinónimo de gol. Ayer fue el jugador más peligroso y tuvo ocasiones para adelantar a su equipo antes del descanso. Pero no sólo es remate. El pase a Parejo en el gol del centrocampista habla mucho y muy bien del delantero.

El Granada sufre mucho en defensa y le falta pegada

El Granada es un equipo inferior al Valencia CF. Ayer, demostró que tiene tres grandes problemas. El primero de ellos es que su defensa es bastante floja y por eso ocupa la plaza que ocupa en la clasificación. Además, es el equipo que más goles encaja. En casa sus registros son muy problemáticos y con esos datos se suele apuntar a Segunda visión. El segundo problema es que tiene muchos problemas a la hora de sacar el balón e iniciar jugada. Sufre muchas pérdidas y ahí es donde se suelen aprovechar los rivales contra los que juega. El Valencia CF estuvo muy cerca de adelantarse en el marcador en alguna de esas acciones. Y el tercero, es que tiene muy poco punch. Es un equipo de pegada escasa. Es cierto que sus delanteros se reparten los goles, pero les falta ser mucho más incisivos. El mejor de ellos fue Success. Siempre inquietó. Pero a ese futbolista le falta un poco más de gol.

El gol de Parejo encarrila la victoria y Mina decide

Con todo esto, lo normal era que pasara lo que ayer sucedió. Que el Valencia CF fuera el equipo que marcara primero. Andre Gomes inicio jugada y Alcácer le dejó el balón para que Parejo marcara. Era el 0-1. Y todo se ponía de cara en el partido. Pero lejos de que el conjunto de Neville pasara a controlar el partido con absoluta tranquilidad, se perdió el mando del encuentro. Y el Granada comenzó a presionar mucho más y a llegar con peligro sobre la portería de Alves. Pero el partido se tenía que resolver en una contra, como así fue, y tras un remate de Alcácer llegó la sentencia de Santi Mina, que acababa de entrar al campo, y que está en un gran momento de forma. El gol del Granada, sobre la bocina, no dejó de ser simbólico por fortuna.

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