El Valencia volvió a perder ayer en Liga. Pese a que Gary Neville decidió dar continuidad al once que realizó un buen partido ante el Athletic en la Liga Europa, salvo la baja de última hora de Santos, el rendimiento no fue el esperado. Y el Valencia CF fue superado por un Celta al que le faltó muy poco para golear en Mestalla. El partido evidenció la diferencia en la tabla. Estas son las claves:
El Valencia CF sufre a la hora de un ataque organizado
La primera mitad resultó bastante igualada. Aún así, el Valencia CF tuvo momentos de desconcierto en el campo ante un Celta mejor posicionado. En lo táctico, el equipo de Neville volvió a evidenciar lagunas. Como si le faltara trabajar los sistemas. Y también se echó de menos algo más de actitud e intensidad con respecto al partido contra los de Ernesto Valverde. Más que de un fútbol de creación, el Valencia CF vivió de los errores del Celta en la circulación o en la salida de balón, y de su contragolpe. El ataque organizado sigue siendo el debe de los de Mestalla. Cuesta mucho ver tres pases seguidos con algo de criterio. El Celta vivió de Orellana. Es un jugador clave en el equipo vigués. Y que, al igual que su equipo, tiene mucho fútbol de medio campo hacia adelante. Y tuvo ocasiones para marcar.
Paco Alcácer es el jugador franquicia en Mestalla
Paco Alcácer es sinónimo de gol. O de peligro constante. Es un nueve de garantías. De los que no abundan. Ayer, en la primera mitad, marcó un gol que le fue anulado y el portero le hizo un posible penalti. El de Torrent es un jugador de equipo. Es el futbolista franquicia. Trabaja como nadie en la presión y realiza muy buenos movimientos para sus compañeros. Ayer, ante el Celta, volvió a ser el futbolista más incisivo y demostró que es un jugador desequilibrante. Ya dije en mi artículo anterior que aplaudía la decisión de Del Bosque de convocarlo para los dos amistosos de la selección española, y lo mantengo. Su sustitución, en la segunda mitad, fue un tanto incomprensible.
Los cambios debilitan al equipo en la segunda parte
En la segunda mitad, el Valencia CF estuvo un poco mejor que en la primera. Disfrutó más de la posesión y tuvo ocasiones para marcar, sobre todo dos de Rodrigo. Alcácer continuó trabajando al máximo por el equipo. Y dio un par de pases que pudieron inaugurar el marcador. Pero no se concretaron. Los cambios debilitaron al equipo. Y el Valencia CF se vino abajo ante un Celta que, conforme pasaron los minutos, comenzó a cotizar al alza en el partido. Si no se aprovechan las oportunidades, como pasó ayer, el rival, que también las tiene, las marca. Porque, además de los dos goles que marcó el Celta, el conjunto de Berizzo lanzó tres balones al poste.
El Celta se libera de la presión y sentencia
Cuando el Celta se liberó de la presión de los jugadores del Valencia CF, que acusaron el desgaste y el cansancio porque, además, Neville no gestionó bien los cambios, llegaron sus goles. En el primero, me quedo con el detalle de calidad de Orellana. Es un futbolista de mucho nivel, ya lo he dicho en varias ocasiones, y la dejada que le hace a su compañero es para enmarcarla. Es medio gol. El segundo tanto llega cuando Gayà estaba lesionado. El lateral valenciano entró por Siqueira, que también acusó una dolencia, y Hugo Mallo se aprovechó del pasillo que le dejaron para entrar hasta la portería de Ryan y sentenciar el encuentro. Luego, Orellana volvió a disfrutar de una ocasión para rubricar la goleada.
