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Todo menos fútbol

Todo menos fútbol

Será porque se acerca la primavera, porque estamos en fallas o porque durante la semana se ha minutado el casting a director general puesto en marcha por Peter Lim pero del partido del Barça, y los tres puntos en juego, ni mu. O será por el asombro de Tamara Gorro al ver su primera mascletà junto a Ezequiel Garay, o quizás por el «tonto» que Malena Costa le tuiteó a su Mario Suárez tras colgar éste en las redes una foto en los toros junto a Dani Parejo y Paco Camarasa pero, sea por lo que sea, del partido de mañana -sí, hay partido-, se ha hablado poco. Muy poco.

Y no sé como tomarlo. O sí. El Valencia se ha empequeñecido en tiempo récord y cada partido es como un melón: al abrirlo nunca sabes cómo va a salir. Los hay dulces, sabrosos, amargos e insípidos. Vamos, como los encuentros. Acostumbrados a que los Barcelona-Valencia, o a la inversa, sean casi todos apetitosos -el año pasado, en plena crisis, los de Ayestaran sentaron en el diván a los de Luis Enrique-, a día de hoy, y no sé por qué, creo que lo mejor es que el choque pase cuanto antes. El «tufillo», que diría Luis Aragonés.

Este Valencia de Voro es todo un interrogante y es difícil saber por dónde va a salir. Con qué pie y actitud se levantaran los Enzo Pérez, Alves y compañía me inquieta. A más expectativas, más decepción; que crees que les van a caer un saco, pues ganan.

Así que mañana, sin Nani y Santi Mina, habrá que esperar a ver qué pasa y rezar para que la MSN (Messi, Suárez y Neymar) no tenga su mejor noche, porque el fútbol no puede ni debe empañar la cremà a los valencianistas. Sí mejorarla.

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