Existe historia debajo de la ciudad. Y no hace falta excavar para descubrirla. Es el punto de partida que lleva a Canal Historia desde hace tres años a recorrer todo el mundo para mostrar tesoros bajo el suelo de las ciudades.

Ahora toca Valencia y uno de los objetivos de esta semana de grabaciones era ver el viejo valladar de la muralla cristiana, foso entre los siglos XIV y XV, y usado después como colector de desagües de la ciudad. Así ha continuado hasta ahora. La policía, sin embargo, desaconseja la entrada en el punto escogido (en la actual calle de Colón, cerca de la plaza de los Pinazo), porque la acumulación de gases lo hace peligroso.

En la vía de Conde de Salvatierra, ante la puerta trasera del mercado de Colón, el conducto de desagüe es de etapa moderna, pero el proceso constructivo es el mismo que el del valladar, explica la arqueóloga municipal Pepa Pascual: paredes a ambos lados con arcos que aguantan una bóveda de ladrillo. Aquí si que se puede bajar, certifica la unidad especial del subsuelo (UES) del Cuerpo Nacional de Policía.

Monos blancos desechables estilo CSI, botas de goma, mascarilla -"el olor no lo elimina, pero te protege de partículas", previene un agente-, casco, linterna y hacia los infiernos con la ayuda de una polea, cuerda y arnés. Más de cuatro metros separan la trapa de la calle de un gran túnel oscuro, húmedo, de calor pegajoso y con un penetrante olor que horas después, a la luz del día, aún te sobresalta en cualquier sitio.

Las linternas permiten comprobar que estamos sobre un pasillo central de un metro de anchura. A ambos lados corren dos acequias con fuerza. El hueco ocupa todo el ancho de la calle. Una vara de hierro muestra que la corriente -mejor no preguntar qué es lo que corre- llegaría a la altura de las rodillas. El amplio vano por el que ahora se puede caminar llega a cubrirse casi por completo cuando llueve con fuerza. Restos de prendas y otras sustancias en las muros así lo indican.

"¿Sabéis que por estos conductos podríamos ir desde la avenida de la Plata hasta el centro de la ciudad?", comenta un policía para relajar el ambiente. El líquido que se oye discurrir baja desde la plaza del Ayuntamiento a través de unos túneles que, en algunos puntos de la ciudad, se construyeron utilizando el foso de la muralla islámica y, más tarde, el de la cristiana.

En la calle de Conde de Montornés, explica la arqueóloga, se han encontrado arcos góticos que cubrían el valladar árabe. La documentación escrita corrobora que ya en el siglo XIV esta estructura era empleada con fines higiénicos: el último sábado de cada mes se soltaba el agua para limpiarla y se imponían multas por lanzar animales muertos.

Durante la semana de grabaciones, un miembro del equipo de rodaje ha podido introducirse en el foso de la muralla árabe (cerca de la plaza del Tossal, en concreto), pero tuvo que ser sacado con urgencia al detectarse una concentración de gases peligrosa.

Regis Francisco López es el realizador de la serie de reportajes Ciudades bajo tierra que Canal Historia ha grabado en la Península Ibérica: Lisboa, Oporto, Madrid, Barcelona y Granada. Ha estado en espacios "visualmente parecidos" a este. Lo que le sorprende es "el ingenio histórico" de estos primitivos colectores, realizados a partir del foso de la muralla, durante el crecimiento de la ciudad.

De la cripta de la Catedral a las galerías de la Guerra Civil

Los restosde la ciudad romana en la plaza de la Almoina, la cripta visigoda de San Vicente Mártir, los lienzos de la muralla árabe que han quedado bajo algunos edificios, el antiguo depósito de agua que hoy es el Museo de Historia de Valencia y los refugios subterráneos de la Guerra Civil han sido los lugares de la ciudad elegidos para la serie "Ciudades bajo tierra". El refugio del Instituto Lluís Vives es el más conocido, pero el que más ha impresionado al realizador es el del colegio Balmes, porque "se conserva tal cual", con cascotes de paredes caídas. La cripta de la Catedral es otro espacio poco frecuentado donde han podido acceder. La cadena emitirá en octubre las imágenes en una serie de seis episodios cortos que se ofrecerán dos veces por semana. a. g. valencia