La empresa Comsa, adjudicataria del proyecto de remodelación del jardín del Muvim (Museo de la Ilustración y la Modernidad de Valencia) reanudó ayer las obras de este recinto histórico dejando de lado la esquina de la calle Guillem de Castro con el museo, espacio donde está previsto construir un pequeño auditorio que ha suscitado fuertes críticas y que tenía paralizados los trabajos desde hace meses.

La reforma del jardín del Muvim tenía por objeto recuperar y ordenar los restos arqueológicos del antiguo Hospital General de Valencia y de la Facultad de Medicina, así como el jardín que los enmarca. Durante las obras, sin embargo, aparecieron nuevos restos arqueológicos que obligaron a redactar un segundo proyecto para integrarlos.

Un elemento extraño

La sorpresa fue comprobar que en este nuevo documento aparecía un pequeño auditorio de hormigón que despertó fuertes críticas, tantas que el proyecto está atascado en la Dirección General de Patrimonio a la espera de un acuerdo con el Ayuntamiento de Valencia, cuyo pleno aprobó una moción en la que instaba a la Diputación Provincial, responsable de la reforma, a no introducir elementos extraños.

Las obras reiniciadas ayer, pues, no tocarán la parte donde está previsto hacer este auditorio, diseñado para realizar actividades relacionadas con el museo y con una capacidad de cien o ciento cincuenta personas.

Al parecer, esos primeros trabajos consisten en rebajar el suelo de la zona más cercana a la ermita de Santa Lucía para facilitar las catas arqueológicas que aún están pendientes.

Y será cuando la Dirección General de Patrimonio apruebe el nuevo proyecto, cuando se generalicen los trabajos en todo el recinto, situado entre las calles Guillem de Castro y Hospital.