Los museos dependientes del Ayuntamiento de Valencia han comenzado a instalar sistemas electrónicos para proteger sus piezas más importantes tras la retirada total o parcial de la seguridad privada en varios de ellos. Además, se ha elaborado un protocolo de actuación con la Policía Local para mejorar la vigilancia en todos los sentidos, según dijo ayer el concejal responsable del ramo, Vicente Igual, durante la presentación del balance del área de Progreso Humano.

En la actualidad, los museos de la ciudad viven un momento de recortes derivado de la crisis general de las arcas municipales. Sólo la Casa Museo de Blasco Ibáñez y el Palacio de Cervelló tienen vigilancia las 24 horas, mientras que el Museo de Ciencias Naturales, el Museo de Historia y el Centro Arqueológico de l'Almoina tienen vigilancia nocturna; y la Casa Museo Benlliure y el Museo de la Ciudad tienen servicio mientras están abiertas al público. Las Atarazanas y La Lonja no tienen vigilancia alguna al no poseer colecciones.

Para compensarlo, pues, ha sido necesario avanzar en la seguridad pasiva y de eso es de lo que habló ayer el concejal Vicente Igual, que ha asumido esta responsabilidad por los problemas de salud de su compañera María José Alcón.

Detección y separación

Según dijo, ya se han empezado a instalar sistemas de detección, es decir, barreras electrónicas para evitar el contacto con las piezas. Y próximamente se colocarán también sistemas de separación, es decir, alarmas que saltan cuando un cuadro se separa de la pared, por ejemplo. En otros puntos como la Lonja, donde no hay colecciones ni servicio de seguridad privada, se ha colocado un nuevo sistema de videovigilancia interior más completo.

Paralelamente, el área de museos y la Policía Local han establecido un protocolo de actuación para que los agentes vigilen el entorno de los museos, especialmente en aquellos momentos en los que no hay seguridad privada. Esa vigilancia, dijo Igual, se organizará por distritos para que haya mayor proximidad.

Aún así, el concejal no puede garantizar que no se vaya a producir algún robo como el que tuvo lugar en la Casa Museo Benlliure hace ya casi un año. "Decir que no nos van a robar nunca es imposible, porque eso ocurre en todos sitios, incluso en los museos que tiene la seguridad más avanzada del mundo", precisó.