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El fuego se hizo ayer tarde con el centro de la ciudad, mucho antes de que los monumentos comenzaran a arder. Una multitud de personas -miles, entre Colón y la Puerta del Mar- acudió a contemplar los malabares pirotécnicos que trajo la cabalgata de fuego. El acto supuso el preludio del final de las fallas 2011. Con éste ya son siete los años que se lleva celebrando, y la acogida masiva de ayer indica que este festejo ya está consolidado dentro del programa de actos falleros.
Demonios, caballos y dragones que jugaban con el fuego convirtieron la cabalgata en un festejo espectacular. Música tradicional valenciana de "tabalet i dolçaina" acompañó al espectáculo durante todo el recorrido. Las miles de personas que acudieron pudieron ver una continua explosión de luces y colores que iba tiñendo las calles a su paso. Los demonios disparaban espirales de fuego mientras bailaban y saltaban al ritmo de la música. Pasearon también un caballo que lanzaba llamas, y un grupo de niños sobre dragones que escupían fuego. Las calles por las que pasó quedaron abarrotadas, hasta el punto de resultar difícil abrirse un hueco para llegar a sentir algo más que el ruido de las explosiones. Hubo quien llegó a esperar dos horas su comienzo para no perder el sitio. Entre la gente se escuchaban exclamaciones de sorpresa y reclamos de que el fuego se acercara más a ellos, ya que la aglomeración les impedía seguirlo de cerca.
Visita de Castelló y Alicante
A las 19 horas, unas bailarinas abrieron el desfile, seguidas por las reinas de la Magdalena y las "belleas" de les Fogueres d'Alacant. No podían faltar tampoco al acto las falleras mayores de Valencia, Laura Caballero y Carmen Monzonís,que pasearon junto a su corte de honor. Una estructura con forma de tortuga que tiñó de chispas las calles cerraba la cabalgata. A las 20 horas el desfile llegaba hasta Puerta del Mar, donde el cielo se llenó de colores durante el castillo que concluyó el festejo de este año. Poco después el fuego tomaría los monumentos.
