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Una vez que los comercios mayoristas de empresarios extranjeros abandonen Russafa, decenas de locales colgarán el cartel de "se alquila". El presidente de la asociación de Locales de Ocio y Hostelería del barrio, Vicente Giner, considera que "sería una locura" que estos establecimientos se destinaran a crear nuevas empresas de ocio, ya que según él la oferta de este sector en la zona es excesiva.

Giner explicó que las plazas de las terrazas de bares y restaurantes se han multiplicado por tres respecto al año pasado y que ahora "sobran locales". En verano el problema se acentúa ya que los vecinos del barrio abandonan la ciudad y también hay mucha gente que prefiere salir por la zona del puerto estos meses, por lo que la afluencia de clientes es más escasa. El presidente de los hosteleros lamentó la salida de los empresarios extranjeros -chinos en su mayoría, aunque también hay árabes y paquistaníes en menor medida- del barrio. En su opinión, la administración "no debería dejar que se fueran puestos de trabajo" ya que esto repercutirá negativamente sobre la economía de la zona.

Los comercios mayoristas dejan la céntrica Russafa por un polígono de Manises debido a las escasas plazas de aparcamiento que hay en la zona. Con la remodelación urbanística del barrio, que ahora cuenta con aceras más anchas y más carril bici, el espacio para los coches se redujo en un lugar en el que con anterioridad ya era habitual ver vehículos en doble fila en las calles más transitadas. Con esta situación, los problemas de tráfico eran frecuentes, y los clientes, con sus grandes vehículos mal aparcados, eran multados constantemente por la Policía Local, hecho que provocó que dejaran de comprar en estos locales. Ahora los mayoristas se mudan a una zona no residencial, donde las tareas de carga y descarga podrán llevarse a cabo sin conflicto.

"La Policía presiona de una manera desmesurada con el aparcamiento", comentó Giner. Según él existen espacios que podrían habilitarse para estacionar los vehículos, pero el consistorio "tiene abandonado al barrio en este aspecto". Este es también un problema para los hosteleros, que sufren la misma pérdida de clientes por el difícil acceso al barrio.

El temor de los hosteleros a que se multipliquen los bares y locales de ocio en la zona es compartido también por los vecinos, que se han quejado en numerosas ocasiones del ruido que producen estos establecimientos.

El presidente de la asociación de vecinos de Russafa- Gran Vía, Giovanni Donnini, declaraba hace unos días a este diario que temía que pudiera haber una "saturación de bares en la zona". Asimismo, también afirmó que lamentaba el abandono de estos comercios "en plena crisis", aunque también era consciente de que la situación con el aparcamiento "era bastante insostenible".

Algunos comercios se quedan

No todos los establecimientos de empresarios extranjeros se van de Russafa. Algunos han optado por aguantar el chaparrón, sobre todo los más pequeños que no tienen medios para trasladarse a las naves del polígono situado junto al aeropuerto de Manises.

Salah, de origen marroquí y propietario de un bazar, se queda en el barrio porque el bajo en el que está su negocio es propiedad suya y no cree que pueda venderlo una vez que la calle Cuba pierda el grueso de sus comerciantes. Piensa que les han presionado con las multas porque "quieren convertir Russafa en un barrio del Carmen lleno de bares". Él defiende que esa no es la voluntad de los vecinos porque ya están hartos de los ruidos. Además, opina que sus negocios han ayudado a revitalizar una calle que hace diez años era foco de delincuencia y prostitución.

Otros comerciantes ni se quedan ni se van, simplemente cierran para siempre su negocio. Es el caso de Awad Khalad, que vuelve a Francia tras siete años en Russafa. Regenta una pequeña tienda de ropa y él también opina que el ayuntamiento quiere cambiar la actividad en la zona, y que de ahí han venido las multas y también una excesiva presencia policial en las calles donde estos establecimientos se encuentran. "Cuando se vayan las tiendas de los chinos caerá totalmente la demanda", lamenta.