La crisis económica ha conseguido lo que no han hecho ni el plan municipal de mejora de calidad del aire, ni la controvertida reubicación de las estaciones de medición: Rebajar los niveles de contaminación del aire y de ruido en Valencia. La crisis ha obligado a muchos a aparcar el coche y eso ha redundado en un descenso del 30% del tráfico en la capital y por tanto en un descenso de emisiones a la atmósfera.

Tomando como referencia la estación de la pista de Silla, la única que no ha sido trasladada a una zona verde, el nivel de dióxido de nitrógeno (NO2) se redujo en enero de 2012 en un 25% en relación al mismo mes de 2008.

Según los datos de la Red de Vigilancia de la Contaminación Atmosférica de la Conselleria de Medio Ambiente, en enero de 2008, el límite legal recomendado de 40 microgramos/metro cúbico se superó 20 veces, mientras que en enero de este año se ha superado 15 veces, un 25%.

La tendencia se repitió en el mes de febrero, donde de las 23 veces que se superó el NO2 en 2008 se ha pasado a 17, un 26% menos.

Pese a la mejoría, la contaminación sigue estando por encima de lo recomendado por el Real Decreto 1073/2002 en algunas estaciones. Es el caso de los medidores de la pista de Silla y del bulevar Sur, donde según la Evaluación de la Calidad del Aire de Valencia de 2010 (la última disponible) realizada por la Conselleria de Medio Ambiente, «se ve superado el valor límite anual establecido» de dióxido de nitrógeno.

En relación al ruido, en enero de este año se registraron en la estación de la Pista de Silla 60,9 decibelios de media, frente a los 62,8 que de enero de 2008. El tráfico en esta arteria ha bajado de 23.800 vehículos diarios a 22.800. El descenso es más notable en puntos como la céntrica y comercial calle Colón, por donde circulan 2.000 coches diarios menos o en la avenida de las Cortes Valencianas, uno de los principales accesos a la ciudad, donde se ha pasado de 85.600 vehículos a 79.900 al día.

Con todo, los niveles de ruido siguen dentro del umbral de incomodidad acústica (55-65 dBA).

Como se ha publicado, la Concejalía de Sanidad ha llevado a cabo en los últimos años una polémica reubicación de las seis estaciones que miden la contaminación del aire y el ruido que han sido trasladadas desde las vías principales de tráfico hasta parques y zonas verdes. La estación de la pista de Sillas es la única que queda en su emplazamiento original. Las estaciones de Nuevo Centro, la calle Linares, la avenida Aragón y la plaza de España se han reubicado en el Parque de Cabecera, en el bulevar sur, el campus de la Universidad Politécnica y al jardín de Viveros. Además hay otro medidor en la avenida de Francia.