Los más de 1.500 empleados que forman parte de la Empresa Municipal de Transportes de Valencia (EMT) estaban ayer convocados ante las urnas hasta la medianoche para depositar su decisivo voto sobre paralizar o no el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) iniciado el pasado 6 de julio y que contempla el despido de 209 trabajadores.

El motivo de la cita era someter a la opinión del millar y medio de profesionales de la entidad el preacuerdo alcanzado el jueves pasado entre los miembros de la dirección de la EMT y los representantes sindicales con el objeto de diseñar un nuevo convenio colectivo para los dos próximos años.

Ante ese principio de acuerdo, los empleados acudieron de forma escalonada a las diversas sedes de la compañía donde se podía votar (oficinas centrales, depósito Norte y depósito Sur) la propuesta presentada por los dirigentes de la empresa municipal como única alternativa a la ejecución del ERE.

Así, los trabajadores de la empresa municipal podían escoger ayer entre aceptar la detención de los 209 despidos a cambio de una reducción salarial del 8,66% durante 2012 y 2013; o bien podían optar por emitir un voto en favor del ERE ya iniciado, con el consiguiente paquete de despidos.

Al respecto, el presidente del comité de empresa de la EMT, Vicente Moreno, explicó durante la jornada de votación que la propuesta que contempla la reducción del 8,66 por ciento de la masa salarial durante este año y el que viene se basa en dos rebajas de sueldo con distinto origen. En concreto, la bajada del 7,14% viene establecida en el decreto del Gobierno de ajustes a los trabajadores públicos, mientras que el 1,52% restante corresponde a una reducción complementaria planteada por la dirección de la entidad.

Moreno señaló que a los trabajadores no les gusta "tener que reducirnos el salario y los derechos", pero también subrayó que están dispuestos a hacer "todo el esfuerzo" si de esta forma se consigue "que la empresa sea viable y de calidad".

En un comunicado emitido por la sociedad de transporte público, se subrayaba que la votación de ayer era "un factor determinante para el futuro de la empresa".