Síguenos en redes sociales:

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fanzara, paraiso de los gatos

L´Ullal

Fanzara, paraiso de los gatos

Óscar y Sofía son jóvenes muy preparados que observan de reojo la actualidad con serena preocupación, han acabado asumiendo que la sociedad del bienestar en la que han crecido ha pasado a mejor vida. Son primos, cumplieron los veinticinco hace unos meses. Oscar ha acabado arquitectura, siempre ha sido buen estudiante. Sofía estudia Historia del Arte y sueña con ir a Berlín. Les encanta sentarse junto a la alineación de ombús que hay frente al edificio del reloj y los tinglados modernistas del puerto.

El ombú es un ejemplar curioso, se discute si es árbol, arbusto o hierba gigante. Se trata de una variedad procedente de América del Sur, cuyo nombre en guaraní significa bella sombra. Su madera es esponjosa, blanda, siempre húmeda. No es fácil saber su edad, carece de anillos en la corteza que permitan calcularla. Crece rápido y vive siglos. Cuando las partes más antiguas del tallo envejecen, no se secan, se pudren, dejan huecos que a menudo se convierten en hermosas esculturas. Les sienta bien estar junto al mar.

Discuten sobre diseño e ilustración, reconocen el éxito de Paula Bonet aunque según ellos otros dibujantes están haciendo propuestas más interesantes, como Joan Cornellà. Les divierte imaginarse diseñando de todo, como La moderna de pueblo. Valoran muy positivamente la iniciativa del Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia de fichar a DEIH, famoso dibujante urbano para realizar unos talleres en Valencia. Frente a quienes opinan que los grafiti ensucian las paredes, ellos piensan que es arte reivindicativo. Hace tiempo que conocen la comunidad Urban Sketchers ( dibujantes urbanos) creada en 2007 por Gabriel Campanario, periodista e ilustrador español residente en Seattle. Los artistas callejeros pintan las ciudades del mundo con un lenguaje que Oscar y Sofía sí saben descifrar.

Como en Fanzara, una pequeña localidad castellonense con apenas 320 habitantes en la comarca del Alt Millars, que se ha convertido en pocos años, en la capital mundial del grafiti. Un grupo de jóvenes procedente de diversos lugares ha decidido llenar sus calles de arte. Llama la atención ver las paredes del ayuntamiento pintadas con unas aves siderales de alas azules y enormes plumas blancas. En algunas paredes se ven enormes gatos, junto a la tienda MIAU Escif ha pintado un banco, encima del que se sientan los viejos que se distraen viendo a los forasteros hacer fotos por el pueblo. María mientras riega sus alegrías en flor, indica a los visitantes desde dónde fotografiar para que se vean bien las pinturas de sus paredes. Las hay impactantes como las de Laguna, alegres como las Susie Hammer, inquietante la obra de Sabek, fantástica la figura pintada por Deih y aleccionadora la de Ruina „tomar y hacer, en lugar de pedir y esperar„, mensaje que deja junto al patio del colegio.

Los habitantes de Fanzara contentos con la fama que han alcanzado ya conocen a DEIH, ESCIF, ANA PEZ y a otros grafiteros que han hecho de su pueblo un Museo Inacabado de Arte Urbano (MIAU). Resulta tan divertido ir por las calles descubriendo pinturas que la visita sorprende gratamente y pone en evidencia que entre el grafiti perseguido y la obra de los urban sketchers, (dibujantes urbanos), hay un largo camino que recorrer para comprender nuevos puntos de vista sobre el arte y la vida.

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.