Han pasado en torno a ocho décadas; era el primer cuarto del pasado siglo cuando el nuevo medio de comunicación y de información iba apareciendo por España. Era la radio -la televisión no vino a España hasta 1956, y a Valencia un poco más tarde-, que iba a causar mucha atención en los años posteriores a la guerra civil. Bien es cierto que en los años veinte y treinta del pasado siglo ya estaban las emisoras españolas -y muchas extranjeras- funcionando y lanzando sus mensajes incluso por encima de las fronteras. Aún recordamos, en nuestra niñez, lo que se oía en Valencia la emisora «Radio Andorra», y los temores que se tenían para que no se supiera que alguien oía «Radio Pirenaica», que hacía fuertes campañas contra el régimen que mandaba entonces en España. Pero vayamos a la radio en Valencia. Había los intentos españoles de Unión Radio, que tenía ya sus antenas y emisiones establecidas en Madrid y Barcelona. En Valencia se montó la que sería después «Radio Valencia», y que motivó en semanas sucesivas intromisiones de defensores del nuevo régimen que iba a llegar y de quienes lo atacaban.

Vamos a la llegada definitiva.Fue después del señalado 1 de abril cuando ya Unión Radio se estableció en la ciudad, para después llamarse la entidad «Sociedad Española de Radiodifusión» (cadena SER), y empezar la famosa «Radio Valencia» de onda media, aunque esta entidad tuvo otra emisora de onda corta, «Radio Mediterráneo-Valencia», que tenía sus estudios en la esquina de la plaza del Ayuntamiento con la avenida del Marqués de Sotelo. Radio Valencia fue, desde el primer momento, una institución en la ciudad y en la región, con sus estudios en la calle de Juan de Austria y la dirección inicial y por varios años de Enrique Valor. Eran populares sus informativos locales y, sobre todo, los programas infantiles. Los muchachos de entonces no olvidaremos nunca al «Señor Pérez, el amigo de los niños», que no era otro que el brillante periodista Vicente Rosa Belda; y otros dos «Vicentes», Vicente Garrido y Vicente España, ya desaparecidos.

Tener un aparato de radio en aquellos primeros tiempos era un lujo; y se popularizó algo que hoy no resultaría extraño: la radio «de galena». Consistía en un modesto aparato fabricado en casa, que tenía que tomar antena y tierra; la antena se enganchaba muy frecuentemente al somier de una cama, y la toma de tierra en una cañería.

La popularidad de la radio creció rápidamente. Hoy no resulta extraño encontrar numerosas emisoras locales, regionales y de poblaciones próximas. Una de las que pronto logró introducirse entre los oyentes valencianos fue «Radio Castellar» fundada y dirigida por el popular Enrique Ginés, que con su permanente programa «Discomoder», pasó luego a otras emisoras de la ciudad, como «La Voz de Levante», Radio Popular y, finalmente, la 97.7, que él creó y dirigió y que pasó después a la propiedad del grupo editor de Levante-EMV.

Fueron apareciendo nuevas emisoras en la ciudad; en el año 1949 se inauguró la local de Radio Nacional de España, que se instaló en el entresuelo del edificio Balkis, en la nueva avenida del Oeste; y mediada la década de los sesenta la cadena COPE montó su «Radio Popular», primero en la calle de Jorge Juan y enseguida se fue al pasaje del doctor Serra, contiguo a la Plaza de Toros. Radio Juventud de Burjassot tuvo amplia difusión, no sólo en su comarca, sino incluso en la capital. Todo ello es historia, reciente para muchos veteranos, antigua para los actuales. Pero todo esto ha sido superado por la llegada de otros medios, como la televisión y hasta los teléfonos móviles, capaces de captar lo más insospechado.