El voluntariado no solo es cosa de jóvenes y la asociación Secot es muestra de ello. Se trata de un voluntariado sénior de orientación empresarial del que forman parte empresarios con años de experiencia en el sector.

Esta asociación sin ánimo de lucro -creada por el Círculo de empresarios, el Consejo General de Cámaras y Acción Social Empresarial- tiene presencia en Valencia desde 1991. En sus 25 años de existencia -que se celebraron el pasado mes de noviembre-, los voluntarios de Secot se han dedicado a hacer de «mentores» a jóvenes emprendedores y a impartir formación para enseñar cómo encarar un nuevo proyecto empresarial o desarrollar una oportunidad de negocio.

En la Comunitat Valenciana cuentan con unos 70 voluntarios, que cubren las tres provincias y además de la sede en el cap i casal, también tienen oficinas en Castelló, Alicante, Vila-real y Torrent. El próximo año preparan la «independencia» de la delegación de Castelló y están en trámites para poder abrir en Gandia y Algemesí.

En 2015, atendieron más de 250 solicitudes de orientación. Dionisio Biot, el presidente valenciano, explica que Secot «une a gente que ha estado trabajando toda su vida con jóvenes que necesita consejo y aliento». Él lo considera una «apuesta intergeneracional: nosotros damos la experiencia y ellos su entusiasmo», apunta.

Dionisio también incide en que Secot ayuda «a gente sin recursos, porque el resto va a consultorías» y con su labor pretenden, más que asegurar el éxito, «evitar problemas». «Solo un 10 % montan algo después de pasar por Secot, pero yo estoy orgulloso tanto de los que abren como de los que no, porque evitamos un problema enorme a mucha gente», dice Dionisio.

En su experiencia, y por los casos que ven día a día, el presidente de Secot apunta que el principal obstáculo es la financiación. «Siempre faltan recursos; si tienes a la familia bien, pero si no, ¿cómo lo haces? los bancos no dan facilidades... solo queda la fórmula de las start-up y el crowdfounding».

Los últimos años, a raíz de la crisis, Secot recibió a mucha gente en paro «angustiada» y necesitaba una salida. Ahora, afirma, que quienes buscan ayuda «tienen la idea en la cabeza y necesitan desarrollarla».

La celebración de los 25 años a la que asistieron autoridades, representantes políticos y amigos fue «muy bonita» y a los miembros de Secot les hizo «mucha ilusión», manifiestan desde la asociación. Y es que, Dionisio confiesa entre risas: «también es cierto que los mayores nos emocionamos con cualquier cosa».

Paco Fuster es el encargado de las relaciones de Secot con las instituciones y otros organismos. A él, participar en la asociación le aporta «una gran riqueza; ahora que estoy jubilado, ayudo a personas que quieren emprender y, estoy en contacto con gente que tiene inquietudes».

Los miembros de Secot, todos empresarios o cargos directivos ya jubilados, han impartido más de 80 horas de formación, orientan en la concepción de una idea empresarial y analizan la viabilidad de un proyecto. Para la Concejalía de Personas Mayores esta colaboración intergeneracional es clave.