La cuarta edición de los presupuestos participativos se encuentra, hasta el 14 de septiembre, en su fase de estudio de viabilidad. De ahí saldrán las propuestas que podrán votar finalmente los ciudadanos y que, por tanto, se harán realidad a partir de 2019. Este año el ayuntamiento ha subido la cuantía total a 8 millones de euros, mientras que los anteriores había sido de 7 millones.

Hay, por tanto, más para invertir, pero luego hay que velar porque realmente los proyectos se lleven a cabo en tiempo y forma y no se vayan acumulando expedientes con los pasos de los años, en lo que sería más una declaración de intenciones, que un programa realmente efectivo. De este modo, de los 71 proyectos previstos para 2017 solo se han terminado 42. O, lo que es lo mismo, el 59,15 %. Esto es más de la mitad, sí, pero no es menos verdad que ya estamos en julio de 2018 y estos programas, demandados por la ciudadanía, se empiezan a sobreponer con los que se aprobaron para este 2018. Los cuales, por cierto, todavía se encuentran todos en la fase de redacción. Aunque cabe matizar que, en este caso, se trata de menos programas, tan solo 11, pero de mayor envergadura cada uno.

Si se echa la mirada más atrás, hasta los proyectos de 2015-16, el porcentaje de ejecución sube hasta el 91,74 %, pues se han finalizado ya 88 de los 109 previstos, y muchos otros están en avanzado grado de elaboración.

El interés de la ciudadanía en este tipo de propuestas se refleja en los datos de 2017, cuando se presentaron un total de 562 propuestas, de las cuales pasaron a la fase final 47, y a la de ejecución 11. Por géneros, las mujeres participaron más, con un 52,96 %.