El nuevo pozo de riego para las zonas de huerta de En Corts y Fonteta de Sant Lluís, que ejecuta el Ayuntamiento de València, estará operativo antes de finales de año. El concejal de Agricultura y Huerta, Alejandro Ramon, recordó ayer la carencia hídrica histórica de suministro de agua que tenía la zona: actualmente solo accede a un caudal de 25 litros por segundo, provenientes de la red de baja presión. «Pero con la construcción del pozo vamos a asegurar un aprovisionamiento de 80 litros por segundo, que incluso puede llegar a los 100», explicó. Esta infraestructura permitirá cuadruplicar las aportaciones de agua de riego en estas áreas, que han sufrido una carencia histórica en sus actividades agrarias. Costará cerca de 99.000 euros y estará en funcionamiento a final de año.

Ramon subrayó «la seguridad de cara a los agricultores» que supone este nuevo pozo, ya que «podrán sembrar y regar todas sus frutas y hortalizas y, por tanto ,estamos garantizando la buena conservación de este espacio patrimonial agrícola, que ha estado muy degradado».

Por su parte, el alcalde de València Joan Ribó, que visitó las obras ayer con Ramon, explicó que el nuevo pozo abastecerá a toda la zona de francos y marjales, «que hasta ahora sólo recibía agua de los sobrantes, lo que generaba en numerosas ocasiones verdaderos problemas para regar». «Por ello –continuó Ribó- será un paso fundamental para todos los agricultores de esta zona, que ya podrán regar de una manera clara y normalizada, cosa que hasta ahora no habían podido hacer nunca, y cuando digo hasta ahora me remito a los tiempos de Jaume I: siempre habían tenido que regar a expensas de lo que sobraba de las acequias».

«Este pozo demuestra que el Ayuntamiento de Valencia -dijo Ribó- se preocupa de la agricultura, y especialmente de la agricultura de kilómetro cero».

Además, ahora se podrá aumentar la superficie cultivable de 67 hectáreas a 85.

La Jurisdicción de Francos, Marjales y Extremals de València data del siglo XIV, en concreto del año 1.386, en el que se firmó la Concordia por parte de Pedro IV el Ceremoniós, que cedía al Consejo y a los Jurados de València la propiedad y la gestión de las acequias de riego y escurrideros de las zonas históricamente más bajas y pantanosas.