Representantes del Ayuntamiento de València y de la Diputación han acordado iniciar los trabajos para las obras y expropiaciones de terrenos necesarios que permitan crear una vía alternativa que desvíe el tráfico del casco urbano de Massarrojos. Así lo pactaron ambas administraciones ayer en una reunión en la que participaron por parte del consistorio los concejales de Movilidad Sostenible y de Calidad Acústica y del Aire, Giuseppe Grezzi, y de Pueblos, Lucía Beamud, junto con representación de la Delegación de Urbanismo, mientras que por parte de la corporación provincial estuvo el jefe de Carreteras, Javier Piedra.

Según fuentes municipales, estos acuerdos «tienen que dar respuesta a las reivindicaciones vecinales de los pueblos de Massarrojos y Benifaraig». Para este segundo pueblo, se prevé crear una rotonda y poder reducir la velocidad máxima de la vía que pasa por el casco urbano. Costará medio millón de euros. En cuanto a Massarrojos, la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo y Renovación Urbana, Sandra Gómez, anunció la firma de un convenio para llevar a cabo el proyecto de desvío del tráfico del casco urbano en el pueblo y reordenarlo hacia la conexión con la CV-310. En esa línea, Desarrollo Urbano llevará a cabo la expropiación de los terrenos necesarios.

El coste del proyecto se estima en un millón de euros.

Gómez explicó después de la reunión que las dos instituciones firmarán un convenio para poder llevar a cabo las obras y que «desde Urbanismo se expropiarán los terrenos necesarios que permitan la ampliación del Camino del Palmar-Camarena», así «se podrá llevar a cabo el desvío de tráfico del caso urbano de Massarrojos y solucionar una de las reivindicaciones históricas de sus vecinos y vecinas, evitando las molestias y la contaminación que genera el paso de miles de vehículos que atraviesan el centro de Massarrojos, procedentes de Moncada y Godella».