Ainhoa Aznar Baixauli, la «filla de Boro», será la primera pescadora del Perellonet. De esta manera, continuará una tradición ancestral en la población de la gola -que en su casa es ya de cuatro generaciones-, con la particularidad de ser la primera mujer que alcanza esa condición y con otra no menos llamativa: tiene 16 años. La edad mínima a la que puede empezar a solicitarse esta condición. Para ello, los habitantes del Perellonet establecen la tradición de ser hijos de pescadores. Ainhoa se ha hecho el ánimo porque lo ha vivido desde niña. «Antes de cumplir 16 años ya iba. Me ha interesado siempre». Acompañaba a su padre y a su hermano mayor, que también tiene esa condición.

Un trabajo complicado

En el Perellonet están especializados en la pesca de la angula, un trabajo muy estacional y extremadamente complicado: es un producto que cunde poco y para el que hay que estar muy concentrado. «Este año me van a enseñar aún más» y aunque mantiene su vida de estudiante en el IES El Saler, está preparada para salir la madrugada que haga falta, según el turno que le corresponda. La pesca es una actividad bonita y artesanal pero también dura y que exige una dedicación entusiasta.

Una cosa es tener la condición de pescadora, otra es no tenerla pero ayudar en el trabajo, pero ella es la primera activa. Ainhoa sí que tiene claro que «a mi edad, nadie se había animado a presentarse». Una barrera más que se rompe y que en el pueblo han destacado por conseguirse de forma natural, sin precisar de litigios.