Un estudiante de 3º y 4º curso de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universitat Politécnica, Pablo Tomás Abad Díaz, va a presentar al Concurso de Ideas para mejorar y reordenar la Plaza del Ayuntamiento en València un proyecto inspirado en los elementos más comunes de la capital valenciana, el Río Turia, los naranjos y la huerta. Su propuesta, señala, «es en cierta manera un homenaje a Javier Goerlich Lleó», el gran arquitecto que en su ágora monumental -derribada hace décadas- ya introdujo tres fuentes y varios niveles.

Tomás Abad subraya que quiere «hacer una plaza más verde y con diferentes zonificaciones y niveles». Este estudiante ha tenido la colaboración de otro compañero, Diego Serrano Rosado, en esta iniciativa. Hay varios aspectos que resaltan en su proyecto, denominado «Mercado floral de València», presentado para la asignatura «Proyectos 3 Taller 5» de su carrera. Uno de ellos es que propone un río, una fina corriente de agua y de apenas 6 centímetros de hondo, que saldría de la actual fuente y se extendería por toda la plaza peatonal hasta la zona ubicada enfrente del edificio consistorial. Esa lámina de agua evoca «la ciudad fluvial» que es València y el Túria. Además, se mantienen los actuales puestos de flores, pero en una ubicación diferente y con un innovador diseño en madera. En estos quioscos, comenta Abad, se venderían flores pero también artesanía, cuadros o libros.

La propia cubierta de estos puestos genera zonas de sombra con bancos para que el público pueda descansar. Por ende, la vegetación es abundante: «Frente al consistorio se dispondrían dos zonas de vegetación y un espacio para caminar. En ella primarían especies mediterráneas como naranjos, olivos, madroños, almendros o robles», comenta. En definitiva, el joven ha imaginado «una nueva plaza» para acoger «nuestras fiestas tradicionales, las Fallas», un espacio «donde se pueda respetar este acto tan importante en la ciudad» y donde los ciudadanos puedan disfrutar.