La propuesta del Grupo Municipal Popular del Ayuntamiento de València para nombrar a la exalcaldesa Rita Barberá «alcaldesa honorífica» de la ciudad ha encontrado una fuerte resistencia entre el equipo de Gobierno y amplia documentación que deja en entredicho la actitud de los populares con la difunta líder del partido. Uno de esos antecedentes está fechado el 16 de septiembre de 2016, cuando el Partido Popular apoyó con el resto de formaciones de las Corts Valencianes una petición expresa para que Rita Barberá dejara el acta de senadora autonómica tras su imputación en el caso Taula y su baja del PP. De aquel voto positivo de los populares fue parte la actual portavoz del PP en el Ayuntamiento de València y proponente de la distinción, María José Català, y la número dos, María José Ferrer San Segundo, que fue precisamente quien defendió ante la cámara el voto favorable de los populares.

La propuesta para hacer a Rita Barberá alcaldesa honorífica parte del Comité Ejecutivo Local del PP y la propuesta la ha llevado al Ayuntamiento de València el grupo municipal, encabezado por Català. El principal argumento de la propuesta, que forma parte de la terna de honores y distinciones que se propone cada año con motivo del 9 d’Octubre, es el próximo cumplimiento de 30 años de la toma de posesión de la alcaldesa Rita Barberá, que estuvo en la alcaldía 24 años, hasta junio de 2015.

No se citan en esa propuesta las graves desavenencias que Barberá tuvo con el partido tras su salida de la alcaldía y su imputación en el caso Taula, concretamente en el presunto blanqueo de dinero para las campañas electorales, un asunto que aún sigue vivo en los juzgados y por el que habrán de responder los 50 cargos del PP que en aquel momento estaban en el grupo municipal.

Y es que Barberá fue nombrada senadora autonómica a propuesta del PP y, tras su imputación en el Tribunal Supremo (era aforada), el partido la relegó y el propio PP regional le reclamó el acta de senadora, que Barberá no había devuelto. Fue en una votación en las Corts Valencianes en la que los cinco partidos con representación parlamentaria votaron unánimemente pedir a la exalcaldesa el acta de senadora autonómica para «salvaguardar la dignidad de la representación de los valencianos» en la cámara alta.

En aquella votación participó la entonces diputada María José Català con su voto favorable y la entonces también diputada María José Ferrer San Segundo, que defendió desde su escaño el voto de los populares en lugar de la portavoz, Isabel Bonig.

Ferrer San segundo pidió, eso sí, que esta vara de medir se aplicara a todos los cargos públicos que se vieran en esa situación, una manera de quitar el foco sobre la exalcaldesa e implicar a otros partidos que tenían a algunos de sus representantes en situaciones judiciales complicadas.

La propuesta para hacer a Rita Barberá alcaldesa honorífica se verá ahora en la Comisión de Cultura y el equipo de gobierno ya ha dicho que no la apoyará.