Agua y ciudad. Levante-EMV

La segunda mesa del foro «Agua y Ciudad» reunió a tres especialistas que mostraron experiencias de éxito en la puesta en marcha de los denominados Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS), una innovadora herramienta que está demostrando su eficacia para reconducir y almacenar grandes cantidades de agua derivadas de los episodios puntuales de lluvias torrenciales que sufren las ciudades mediterráneas, y poder reutilizar esos caudales. La doctora ingeniera de Caminos Sara Perales, a la sazón fundadora de Green Blue Managament; la arquitecta Lara Llop, de Suc Arquitectes y la urbanista Isabel Navarro realizaron una conferencia cada una, tras la introducción del periodista Julio Monreal. Además, antes de cada una de ellas, el prestigioso arqueólogo Albert Ribera arrancó con una introducción histórica acerca de las relaciones milenarias de València con el agua, desde su fundación en la época romana en el año 138 A.c. Ribera recordó que la Valentia romana se fundó en una isla fluvial. El arqueólogo explicaba que durante los primeros siglos, València tuvo una estructura muy parecida a ciudades como Venecia o Pisa, incluyendo los canales. Además, también del legado romano nos quedan restos del acueducto que permitía abastecer a la población y el puerto fluvial, cuyos restos se conservan en las Torres de Serranos. Más clara se ve la relación entre la Valencia romana y el agua en el primer escudo que tuvo la ciudad donde las torres se alzan literalmente sobre aguas.

El escudo de la Valentia romana muestra la relación de la ciudad con el agua . levante-emv J.M.Vigara. valència

Los SUDS

Respecto a las nuevas tendencias del drenaje sostenible, la ingeniera Sara Perales resafirmó la idea de que el agua «es un recurso muy valioso, no un residuo del que nos queremos deshacer en seguida». Por eso, los denominados Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenibles (SUDS) permiten planificar y diseñar ciudades «más permeables y resilientes». El uso de estos nuevos elementos y materiales evitan que en caso de lluvias torrenciales las avenidas «discurran aguas abajo» lo que provoca «inundaciones» y empeora «la calidad del agua vertida», entre otros efectos. Sara Perales ya mostró actuaciones concretas que se han realizado en València, tuteladas por el Ciclo Integral del Agua, y que están demostrando su eficacia. Es el caso del parque ubicado en la Avenida de Ausiàs March, donde se han utilizado SUDS que gestionan las escorrentías pluviales y donde las zonas verdes se han diseñado para almacenar el agua, dejarla estancada pocas horas y acabar por filtrarla al subsuelo. Estos sistemas de drenaje sostenibles no solo brindan más protección a los entornos urbanos frente a fenómenos climáticos más adversos sino que además favorecen la reutilización de cada gota de agua.

Otros dos ejemplos de buen uso de los SUDS los expuso Lara Llop, de Suc Arquitectes, que subrayó que en todos los proyectos que realiza su estudio «la gestión del agua es muy importante». Así, detalló la actuación denominada «Bajada a las Escuelas» efectuada en Manises y que ganó el Premio de Movilidad de 2020 que concede la Generalitat. «Aquí aplicamos los SUDS y resolvimos el problema principal que era la inundación de las escuelas situadas en la parte inferior cuando se producían episodios de lluvias». Este plan implicó «una modificación topográfica de todo el parque que incorporó un pozo de gravas que permite acumular el agua y filtrarla al nivel freático para recargarlo», entre otros aspectos. Además, Suc Arquitectes propone también un plan basada en balsas de laminación que permitiría solucionar los problemas de inundabilidad en Burjassot-Godella y Rocafort. Esta propuesta incluye restaurar paisajísticamente la cantera de Godella que sería una gran balsa de almacenamiento de agua, que actuaría como tanque de tormentas, natural.

Por último, la aportación de Isabel Navarro se centró en mostrar las iniciativas que se llevan a cabo en grandes ciudades para captar recursos hídricos y reutilizarlos. Así, remarcó que en Sicilia se utilizan «tanques pluviales para recoger estos recursos que luego se emplean para regar o limpiar». También hay otras formas de aprovechamiento como en Nueva York donde en los edificios se instalan depósitos que acumulan las pluviales y luego las reutilizan en los incendios. Esta experta incidió en la importancia de cambiar la legislación para asegurar que las certificaciones energéticas de las nuevas construcciones también garanticen un uso sostenible del agua.