La portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de València, María José Catalá, ha afirmado que "será imperdonable que la Copa América se vaya a Barcelona por los prejuicios" del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el alcalde, Joan Ribó.

La también secretaria general del PPCV ha criticado que "la falta de interés institucional en el proyecto para València ha lastrado la candidatura de València, la ciudad que cuenta con las mejores infraestructuras y campo de regatas para esta prueba". Catalá ha recordado, en un comunicado, que el Gobierno municipal rechazaron en el pleno la moción del PP para que València acogiese la prueba.

La portavoz 'popular' ha reprochado que "Ribó y Puig nunca han mostrado un interés claro, nunca han apostado por una prueba que Barcelona ha sabido atraer puesto que le va a reportar, solo en la ciudad, más de 1.000 millones de euros". "Ya sabemos el porqué del escaso interés de Ribó y Puig, así beneficiaban a sus camaradas catalanes frente a València o Málaga", ha aseverado.

La concejala ha afirmado que "todos sabían" que València tiene "el mejor campo de regatas y experiencia en la organización de este evento, que proyectaría la ciudad y la Comunitat", pero "la falta de apoyo y el poco interés mostrado por parte de la Generalitat y el ayuntamiento hace que Barcelona vaya a tener una oportunidad de oro para su ciudad."

Catalá ha asegurado que "hemos vuelto a perder una gran oportunidad que contaba con el apoyo tanto empresarios como los representantes de la sociedad civil que sí querían de nuevo la Copa América en València".

"Reactivaron el turismo"

Ha señalado que las ediciones de 2007 a 2010 "reactivaron el turismo en nuestra ciudad y su economía, y ahora es la propia sociedad valenciana la que está pidiendo su vuelta" y ha incidido en que el informe realizado por la Cámara de Comercio recogía que la prueba "genera de forma estática en la economía valenciana un total de 3.663 millones de euros en producción efectiva y 1.522 millones en valor añadido bruto, para los que se emplea a unos 40.770 asalariados".

"Más de la mitad de estos efectos se derivan del gasto que efectúan las administraciones públicas (principalmente, en infraestructuras), algo más de una cuarta parte la aportan los participantes activos en el evento, mientras que los turistas son responsables de un 20% aproximadamente", ha agregado.

Igualmente, ha indicado que el IVIE, en otro informe, afirma que "supone una inyección de gastos de tal magnitud que genera impactos económicos cuantiosos sobre la producción, la renta y el empleo de la ciudad designada como sede del evento".