El pasado abril, en un acto del G20 en Berlín en el que participaban varias mujeres del mundo de la política (entre ellas, Angela Merkel, Christine Lagarde e Ivanka Trump), la moderadora preguntó: "¿Alguna de ustedes se considera feminista?". Merkel se hizo la sorda; Lagarde levantó el brazo. Entre las risas expectantes del público, Ivanka también lo levantó. El titular estaba servido: la hija de Donald Trump -el hombre que una vez dijo que las mujeres que quieren abortar deberían recibir "algún tipo de castigo", por citar solo una de sus perlas-, se declaraba feminista. No puede decirse que Trump no conozca a las mujeres. Está rodeado de ellas...
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