La periodista y escritora Carme Chaparro ha narrado a través de sus redes sociales el infierno que vivió hace 20 años cuando recibió varias amenazas de muerte.

Esta 'confesión' se produce después de que varios políticos hayan recibido cartas amenazantes anónimas con balas. Pablo Iglesias, Zapatero o Isabel Díaz Ayuso han sido algunos de los receptores de estas misivas que han generado un gran revuelo en el panorama nacional.

A colación de estos sucesos, Chaparro ha desvelado en Instagram que ella también fue víctima de un acosador que le mandaba mensajes insultantes. "Hoy, tirando cosas viejas, he encontrado esto. El primer capítulo de lo que se convirtió en amenazas de muerte" comienza el testimonio de la periodista, que acompaña con una fotografía de las palabras que el acosador le dedicaba.

"Llegó a casa por correo postal, con mi nombre intencionadamente mal escrito", prosigue la periodista para explicar que durante dos o tres meses continuaron las cartas insultantes ("eres una inútil como presentadora" o "un florero con arrugas y celulitis", son algunas de las afirmaciones que le dedica), hasta que dieron paso a amenazas de muerte.

El acosador era de su entorno

Durante ese tiempo Chaparro advirtió que los matasellos de los sobres situaban al autor en diferentes ciudades de España lo que descolocaba a la víctima. "Lo descubrí por casualidad, algo después, comiendo un día con una amiga a quien se lo conté. Día tal en Bilbao. Día cual en Valencia. Día pascual en Cádiz", algo que cuadraba con los días y lugares en los que había estado la propia presentadora realizando la promoción de su programa.

Por lo tanto, la deducción era que el culpable trabajaba en su entorno laboral. "Saberlo me hizo sentir poderosa, porque ese tipo es un mierda que necesita amenazar y asustar para creer que es alguien y que tiene el control".

La periodista reconoce que nunca se lo dijo al autor de los anónimos ni lo denunció ante la policía pese a que alguna vez se lo ha vuelto a encontrar ya que "afortunadamente" está muy lejos de su vida. Cuando se han vuelto a ver "viene a saludarme como un perrito faldero".

Chaparro se arrepiente de no haber avisado de lo que estaba sucediendo porque "ese ser quizá se lo esté haciendo ahora a otra mujer. Y esa mujer esté asustada. Y yo podría haberlo evitado". Sin embargo, la escritora no duda en dirigirse directamente al autor de las amenazas de muerte que recibió: "El hombre que lo escribió, hace casi 20 años, me estará leyendo. Sé que fuiste tú. Y sigues siendo un mierda"