Parece Malibú, podría serlo, pero no lo es. Es Cullera. Y esa estampa tan idílica de la playa es el resultado del viento de poniente que ha soplado durante todo el día en el litoral valenciano. Una playa casi virgen, con la arena inmaculada y sin gente. Pocas veces puede contemplarse así la primera línea de playa de este municipio.

Lo cierto es que el día ha acompañado. Cielo parcialmente cubierto pero con el sol luciendo. No hay mejor manera de despedir el mes de octubre que con un paseo a la orilla de la playa en uno de los rincones más paradisíacos de la Comunitat Valenciana.