Una de las figuras claves de Arabia Saudí, el príncipe heredero Mohamed Bin Salmán, ha recibido a Pedro Sánchez en el iftar, la comida que rompe el ayuno del Ramadán. Sánchez le ha explicado su visión de que la solución al conflicto pasa por el reconocimiento de los dos estados: Palestina e Israel. Arabia Saudí, el gigante de la región con un enorme poder geopolítico, no reconoce la soberanía de Israel y que lo hiciese, entiende Sánchez, sería determinante.