El silencio y la solidaridad han sido una de las protagonistas de la jornada de hoy, dos días después del incendio de los dos edificios en València, en el que fallecieron diez personas. Así ha sido desde primera hora de esta mañana cuando, de forma voluntaria, varias personas se han acercado a depositar ramos de flores a los pies del esqueleto de los dos bloques aún en pie, donde también se ha situado un crespon negro. También la escuela infantil Sant Pau, a la que acudía uno de los niños fallecidos, ha colocado un crespón negro a la entrada en recuerdo del alumno. El niño, de dos años, pereció en el siniestro junto a sus padres y su hermana de quince días después de que la familia no pudiera abandonar el edificio siniestrado tras declararse el incendio.

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