J. Ll. A., Alcoi

El imparable aumento de las importaciones ha duplicado en los últimos cinco años el déficit comercial del sector textil español, que alcanza ya los 4.330 millones de euros.

El periodo de tiempo que va entre 2000 y 2005 ha sido especialmente negativo para esta industria, que ha visto cómo se ralentizaban las ventas al exterior, mientras que la entrada de productos extranjeros se disparaba de forma espectacular. La causa principal de esta situación es el proceso de apertura gradual de los mercados internacionales hasta la liberalización total vivida el año pasado.

El Centro de Información Textil y de la Confección ha hecho un informe especialmente revelador sobre este «terremoto comercial» en los mercados textiles internacionales. En 2000, las importaciones de productos textiles en España alcanzaban un volumen de 7.671 millones de euros. Cinco años después, en 2005, se ha superado la barrera histórica de los 11.000 millones, en un incremento de 3.300 millones.

Por contra, las exportaciones siguen creciendo, pero a un ritmo mucho más lento. De los 5.476 millones de 2000, se ha pasado a 6.669 en 2005, en un incremento que no llega a los 1.200 millones de euros.

En opinión del Centro de Información Textil y de la Confección, la causa principal de este estado de cosas es la llegada masiva de textiles baratos procedente de Asia. China se ha convertido ya en el primer proveedor textil de España, absorbiendo un 16,7% del mercado. Junto al gigante asiático, otros países han iniciado un proceso progresivo de penetración. Entre ellos, cabe destacar a Turquía, la India o Bangla Desh.

Los principales afectados por este cambio radical son los tradicionales productores europeos, como Italia, que se ha visto desplazada del primero puesto del ranking de proveedores de España. También se han visto afectados por la competencia asiática, países de la zona del Magreb, como Marruecos.

Aunque las exportaciones textiles han iniciado el año con una cierta reactivación, resulta improbable que el déficit comercial se reduzca a lo largo de este año. Las ventas al exterior crecieron un 9,3%, mientras que la importación ha subido casi un 16%. Subsectores, como el de las prendas de vestir, han visto aumentar sus ventas en España hasta un 21% y todo parece indicar que esta situación no tendrá grandes variaciones a lo largo del presente ejercicio. El sector tendrá que seguir soportando la fuerte competencia foránea.