Un total de 12.500 atletas se han inscrito en el Medio Maratón Valencia Trinidad Alfonso que se disputa hoy en la ciudad. Seguramente, en la meta entrarán una cantidad cercana a los once mil (se eliminan los que, finalmente, no corren, y los que no pueden acabarla). El «pico» de esta cifra son los que tomaron parte en la primera edición. Menos de dos mil. Que no fue medio maratón, sino una carrera de 20 kilómetros. Empezaba ahí la historia de la carrera «medio-larga» de la ciudad, más tarde que un maratón que, por entonces (estamos en 1989, ya había disputado ocho ediciones.

Aunque ahora, toda población que se precie tiene su medio maratón, esta prueba es de bastante reciente implantación. Si el maratón nació en 1896, durante los Juegos Olímpicos de Atenas, se tardaron casi 70 años en materializar su versión reducida. Y, dentro de las muchas paternidades atribuidas, la que tiene más predicamento es la de Elche, donde un gurú de este deporte, Manuel Jaén, organizó una primera edición en 1968 (cuatro vueltas a un circuito) siendo, en teoría, el primer ganador de la historia de la distancia, José Sempere. Aunque sólo a partir de 1971 la federación española aceptó el nombre de «media maratón», así, en femenino.

En la ciudad de Valencia, el origen hay que buscarlo el 11 de junio de 1989. Ese día, la Alameda acogió la salida y llegada de una prueba nueva: el «20 Kilómetros Adidas-Bitter Kas», una carrera que formaba parte de un circuito nacional de nuevo cuño. Quiso esta condición que acudiera una interesante representación de atletas españoles de primer nivel. Para entonces, el fenómeno de la emigración no estaba tan extendido y, por ende, aún no existía la legión de atletas marroquíes que, años después, coparían las listas de honor en las carreras populares.

Aquella primera carrera la ganó Pablo Martín Mateo, un atleta que no llegaría a un gran nivel ni nacional ni internacional. Pertenecía al Transportes El Minuto, el club de referencia del momento (para entendernos, el Cárnicas Serrano de los ochenta) Sin embargo, por detrás entrarían, entre otros, el tristemente desaparecido Diego García (fue segundo en la Alameda), José Esteban Montiel y Rodrigo Gavela. Estos tres serían, tres años después, los componentes del equipo español en el maratón de los juegos de Barcelona-92. A Diego García aún le quedaba la proeza del triplete en el europeo de Helsinki de 1994, junto a Alberto Juzdado y Martín Fiz.

Una carrera con trampas, sofocos y figuras de talla mundial

Son miles las anécdotas de esta carrera, casi tantas como recorridos completados. Pero, por ejemplo, fue sonado lo ocurrido en la segunda edición, la de 1990, cuando Juan Carlos Montero fue descalificado por «recortar» el recorrido, superando a Rodrigo Gavela, quien sería proclamado ganador. O el último 20K, el de 2005, que fue un auténtico calvario para los populares, que acabaron con temperaturas de hasta 30 grados. La edición de 2009 fue la primera que abrió los ojos a que en este asfalto se podía hacer algo importante cuando un desconocido Geoffrey Mutai hizo 59:30. Tres años después batiría el récord del mundo de maratón en Berlín. El año pasado se vivió el otro momento estelar, cuando Abraham Cheroben estableció la sexta mejor marca de todos los tiempos en la distancia.