Soy una vecina que reside en la plaza de la Reina de Valencia. Tenemos toda la plaza colapsada con las terrazas de bares y restaurantes€ dan color a la plaza aunque no podamos caminar por ella.

Un buen día aparecieron unos caballitos y sus lindos carruajes, que nos perfumaron toda la plaza y ahí siguen perfumándonos en primavera, verano, otoño e invierno.

Por otra parte, cada vez que hay un acontecimiento cercano, los vecinos nos tenemos que comer los coches para que nuestras dignísimas autoridades puedan aparcar en la plaza.

Llega mayo y desde la Virgen hasta Corpus tenemos la escuraeta con sus barracones preciosos para adornar la plaza.

Y ahora en Fallas mi grata sorpresa ha sido ver que se vuelve a llenar de barracones. El afán recaudatorio del Ayuntamiento no hay quien lo pare.

Una plaza que en su día fue bonita y tranquila se ha convertido en el basurero de Valencia.