Tengo la sensación de que los componentes de la mesa de ayuda a refugiados en Bruselas son personas que siguen un concepto partidista y equivocado. Hace un año, España era un país solidario con la emigración. Desde hace muchos años, Ceuta y Melilla son de las mayores entradas de personas „según ellos„ de origen subsahariano junto con magrebíes, sin que Bruselas se pronunciase en favor o en contra, por ser un problema netamente Español.

Con cinco millones de parados somos ahora el país más endeudado de la Unión Europea y nos acusan de ser poco solidarios porque no hemos acogido a ningún refugiado desde diciembre de 2015. Tengo la impresión que es todo lo contrario: solo ahora, cuando los refugiados o emigrantes han llegado a las puertas de Inglaterra, Francia y Alemania, tratan de justificar su cierre de fronteras y distribuir las personas por los distintos países.

Bruselas debería ser más solidaria, no mirar tanto su ombligo y pensar que España tiene un problema que debe resolverse pensando como distribuimos nuestros parados, muchos de ellos creados por empresas europeas que con cierres o fusiones no ayudan a la creación de empleo, para poder cumplir con los objetivos presupuestarios que tanto nos exige la propia UE. Enrique Fernández Iniesta. Valencia