Estoy alucinando por las quejas que algunos padres y madres realizan en grupos de Whatsapp sobre los profesores, como rumores, falsas acusaciones o cuestionar los métodos del profesor ejerciendo cierta presión es una práctica habitual. Lo que antes eran corrillos en las puertas de los colegios, se han convertido en una reunión constante, un foro que acaba por convertirse en canal de crítica al profesor, amparados en la distancia que ofrece el teléfono, ya que posiblemente estas personas no tendrían el valor de realizar su queja cara a cara. Hacemos uso de un doble lenguaje: delante del profesor digo una cosa, pero luego en Whatsapp, otra.

Posiblemente no entienda el comportamiento de los padres de hoy, pues recuerdo que mi padre me decía que me portara bien y que el profesor no me tuvieseque mandar ninguna nota de mal comportamiento; y todo ello, sin asociación de padres. Hoy, parece que la frase más frecuente ante la queja del niño a su padre es amenazar al profesor, o las quejas de que los niños no tienen tiempo para jugar; yo más bien diría que los padres no tienen tiempo de echarles una mano a sus hijos.

Estoy de acuerdo con recomendar sentido común y recordar el propósito que tienen estos grupos. Utilizar el grupo para intercambiar información sobre los niños. Si no tienes nada positivo que aportar, mejor no escribas nada, por el bien de tus hijos. Enrique Fernández Iniesta. Valencia.