Hace tres años, seis enfermeras nos empezamos a preparar una oposición para acceder a las plazas de formación especializada, lo que se conoce como EIR (lo mismo que el formato MIR para los residentes de medicina, pero para residentes de enfermería). Finalmente, conseguimos una plaza para recibir formación especializada en atención familiar y comunitaria, en Atención Primaria. Es una disciplina muy amplia, ya que se requieren conocimientos técnicos de todos los ámbitos y además habilidades de otro tipo: sociales, emocionales, de liderazgo para estimular cambios positivos en las personas y la comunidad€

Tras dos años de trabajo asistencial en centro de salud, guardias en atención continuada y más de una decena de rotativos por diferentes servicios que hemos compaginado con formación específicamente orientada a adquirir esas competencias y con la realización de una investigación clínica en nuestro ámbito de actuación, finalmente hemos conseguido las capacidades propias y específicas para ejercer en centros de salud y el título que así lo acredita. ¿Y ahora, qué? Seguramente acabaremos trabajando en un hospital, si tenemos suerte y conseguimos trabajo.

Nuestra comunidad ha sido la primera en abrir una bolsa para especialistas en enfermería familiar y comunitaria. Sin embargo, no se utiliza para contratar al personal de los centros de salud, buscando los profesionales para estos centros en la bolsa genérica, donde estamos todas las enfermeras. Este hecho resulta sorprendente después del trabajo y el esfuerzo que para formarnos hemos realizado nosotras, pero también toda la Administración, que ha destinado recursos humanos y económicos. Unos recursos que finalizan en profesionales formados en Atención Primaria que deberían terminar trabajando ahí, ya que poseen más conocimientos de ese ámbito que otros profesionales que no han recibido dicha formación o que han ejercido en otros ámbitos.

Queremos compartir esta realidad con la sociedad, dado que al fin y al cabo van a ser los receptores de nuestros cuidados. Sea donde sea qua acabemos ejerciendo, llevaremos a cabo nuestros cuidados con la máxima profesionalidad y dedicación. Se trata simplemente de que tenemos más conocimientos de Atención Primaria que de otros ámbitos y que otros compañeros que no tienen nuestra experiencia ni formación en esta rama, por lo que pensamos que resultaríamos más provechosos en un centro de salud que en un hospital o cualquier otro puesto. Miguel Seller. Valencia