Don Mariano se ha hecho relojero: si después de un tiempo «razonable» no consigue los apoyos que han de darle, no porque haya sido y sea el gobernante que el país necesita, sino por dar estabilidad a la madre patria, y ésta pasa inevitablemente por que sea él, y solamente él, el presidente del Gobierno, puede que decida no presentarse a la investidura, guardándose la llave que pone en marcha el reloj para cualquier otra alternativa política, incluida la convocatoria de terceras elecciones. Puede que este maestro del sofisma, rodeado de corrupción, consiga el «sí quiero»... Por patriotismo se puede dar la vida, el más alto de los sacrificios y, ya puestos, hasta tragarse un sapo.