Leo en Levante-EMV que la gerencia del hospital La Fe de Valencia ha decidido convertir algunas habitaciones del hospital en habitaciones de uso compartido, destruyendo así uno de los avances más importantes de la sanidad pública de todos los tiempos.

Soy un médico jubilado que ha ejercido durante 40 años su profesión en ese hospital y que he vivido la inmensa agresión a la dignidad humana que supone compartir la angustia, el dolor y la ansiedad de la enfermedad con otro enfermo y sus familiares. No se puede obligar a nadie a presenciar el dolor y, en ocasiones, la muerte de otro ser humano a poco más un metro de distancia ni a que otros presencien el dolor o la muerte propia.

Es inimaginable que en un hotel se obligue a los turistas a compartir la habitación con un desconocido. Mucho menos lo es en un hospital dónde no se va como turista sino en un momento trágico como siempre es estar enfermo. No se puede obligar a compartir las miserias (curas, heridas, úlceras, sondas, catéteres) en presencia de extraños. Es un ataque inadmisible a la intimidad en los peores momentos.

El camino emprendido de hacer hospitales con habitaciones individuales es el correcto y el gran objetivo debe ser lograr que todos los hospitales en el futuro sean así. Comprendo que no es fácil lograrlo en poco tiempo y que seguramente deberán pasar décadas hasta que se consiga. Pero ese es el camino correcto y no deben darse pasos atrás como el que se plantea dar la gerencia del hospital La Fe. Fernando Monsalve Vila. Valencia