El paro y la corrupción son los principales temas que nos quitan el sueño a la mayoría de los valencianos. En nuestra tierra, según la EPA de enero, son 425. 808 personas las que no encuentran un puesto de trabajo. La Comunitat Valenciana también lideró en el 2016 el ranking de causas por corrupción. Indigna, pues, enterarse de que el pleno de les Corts Valencianes debatió a petición del Grupo Popular, si el valenciano es una lengua distinta del catalán. Acostumbrados ya a los lamentables espectáculos que la lideresa de los populares valencianos, Isabel Bonig, ofrece en cada sesión plenaria, no asombra este nuevo intento de desviar la atención. Esta vez, es el eurodiputado Santiago Fisas, del mismo partido, el que cuestiona la gran obsesión de Bonig, al afirmar que valenciano y catalán son la misma lengua. Asimismo, aprovecha para afear a su compañera popular que «en política no todo vale».

El papel de los políticos es resolver los problemas de los ciudadanos y evitar crearnos más. Sin embargo, el PPCV sigue anclado en alimentar el esperpento político, olvidándose de que mientras debaten estas sandeces, dejan al margen el paro, la corrupción, la sanidad y otras tantas preocupaciones del pueblo valenciano. Dejemos de dibujar escenarios donde los intereses partidistas se anteponen a los generales. Es hora de trabajar para unir y no dividir a los valencianos. Sintámonos orgullosos de esta tierra a la que tenemos tantos motivos para amar y llevar en lo más hondo. Álvaro Antolín. València.