Dice un viejo dicho que rectificar es de sabios. Seamos generosos y concedamos a los directivos de Cacsa unas gotitas de esa sabiduría popular. Algún correo electrónico no contestado -era previsible- y la carta publicada por este periódico el pasado sábado 1 de julio con el título de Fundación Hortensia Herrero, 10. Cacsa, 0 patatero, pueden haber sido los detonantes para la rectificación sobre el cierre de la zona que impedía contemplar la iluminación subacuática de tres de las monumentales esculturas de Manolo Valdés. Ahora, está abierta hasta las 24 horas.

Y unas gotitas más de sabiduría para reponer las papeletas de votación cuando éstas se agotan. Claro que, para los locales, siempre queda la opción de llevarse las papeletas incluidas en este periódico.