Ciertamente, no todo fue negativo en la Reforma luterana. Hoy reconocemos que, a pesar de los errores y los excesos, Lutero ayudó a todos los cristianos a acercar la Sagrada Escritura a sus vidas. Y el papa Francisco ha afirmado que Lutero fue un hermano nuestro. Pero la Iglesia Católica tuvo que reaccionar ante los abusos y excesos que se dieron en algunas partes, por eso convocó el Concilio de Trento, al que debemos muchos frutos de santidad y de vida cristiana. Hoy, los cristianos de todas las Iglesias y confesiones oramos y trabajamos por la plena unidad de todos en una única Iglesia, la de Cristo, el Señor. Vicent Martínez. Alberic.