Me ha tomado el pelo durante años y, por supuesto, yo le he pagado a gusto. Hemos hablado del tiempo, de fútbol, de política, de economía, de la familia, de las mujeres, de la vida y de la muerte, de coches, de bicis y de todo lo que se puede hablar y de lo que no. Le he confiado la parte más noble de mi anatomía: la cabeza. Y me la ha tratado de la mejor manera: con el retoque preciso y certero, y dándole el color ideal.

Ayer parecía un día más, acudí a primera hora a la peluquería de Jaime y entre las típicas conversaciones que se suelen mantener me dio la noticia: se jubilan él y su mujer, han hecho cálculos y ahora es el momento, a primeros de septiembre. Hasta siempre, mi cabeza y mi poco pelo nunca te olvidarán. Salvador Ruiz-Fargueta. Torrent.