Los pasados días 14 y 18 de julio se publicaron en Levante-EMV sendas noticias referentes al estado actual de dos monumentos situados en Villamarchante y la Barraca d´Aigües Vives, que se encuentran en estado ruinoso debido al abandono de la Administración responsable de los mismos, que no ha querido o no ha podido restaurarlos. Quiero resaltar que cuando un particular tiene un edificio en zona BIC (Bien de Interés Cultural) resulta demasiado habitual que la Administración (esa misma que hace dejadez de los edificios o monumentos a su cargo) hace pasar un calvario cuando el particular decide hacer obras de mejora, siendo en demasiadas ocasiones injustificado e incluso abusivo.

En la Comunitat Valenciana, por encima de las autoridades locales está la Conselleria de Cultura que con su actitud, habitualmente autoritaria, altiva y maleducada, le pondrá un escenario casi insalvable, disfrutando de las trabas. Con esta actitud, más propia de otros regímenes, no son capaces de percibir que los ciudadanos no somos su problema, sino su solución y en lugar de poner inconvenientes deberían ayudar, colaborar incluso fomentar las rehabilitaciones, si lo que quieren es tener centros urbanos presentables en lugar de estar llenos de escombros y ruinas. Miguel Navarro Barberá. Riba-roja de Túria.