Cada año, en septiembre, acudo a las oficinas de Metrovalencia para renovar mi bonometro anual. Este año no fue una excepción pero me llevé una gran sorpresa cuando el encargado de turno, en un tono arrogante y maleducado al que nos tienen acostumbrados los trabajadores de Metrovalencia con alguna discreta excepción, me dijo que ya no existía el formato de bonometro anual y que si quería viajar debía comprar un billete de diez viajes o similares sin ningún tipo de ventajas a pesar de utilizar sus servicios todos los días, a excepción de la tarjeta TuiN, la última tarjeta sacada por Metrovalencia que te descuenta el importe del viaje de tu saldo, según el número de zonas que recorres, un intento fallido de bomba de humo.

Mi indignación y la de muchos valencianos es monumental por esta eliminación. En una ciudad en la que la alcaldía fomenta constantemente el transporte público para evitar la contaminación con el uso de los coches lo mínimo que puedes hacer es aumentar las facilidades en todo medio de transporte público de la ciudad y no lo contrario. Esperemos que por la necesidad y comodidad de la gente esto cambie cuanto antes y se vuelva a los métodos anteriores. Estamos también ante una descoordinación del Ayuntamiento de Valencia con la Generalitat. ¿Es real lo de cuidar el medio ambiente o tal vez es puro populismo? Esperamos facilidades para más adelante. Carlos Colomer Barcia. València