Me temo que una de las consecuencias del procés sea que el Gobierno intente reconstruir los lazos rotos con los catalanes mejorado su financiación... a costa de las demás comunidades autónomas. Esto ya está sucediendo con el País Vasco y Navarra, que están callados porque se les riega abundantemente con una superfinanciación. Compárese la financiación por habitante en el País Vasco y en la Comunitat Valenciana. Los valencianos nos sentimos solidarios con los que necesitan nuestra solidaridad, pero no con los que se han embarcado en una alocada aventura, cuyos platos rotos deben ser asumidos por los que han causado el estropicio. ¿Paganos otra vez? No, gracias. Antoni Lluch Corell. València.