La antigua fábrica de Fritta continúa abandonada y en condiciones de insalubridad después de que el Ayuntamiento de Vila-real firmara un convenio con los propietarios para reurbanizar en la zona una superficie de cerca de 117.000 metros cuadrados, en la que se encuentra la antigua nave de la empresa azulejera.

Lo que queda de las antiguas instalaciones continúa siendo objeto de diversos robos. Cobre, hierro e incluso vigas y todo tipo de materiales siguen desapareciendo paulatinamente. Frente a esta problemática, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Vila-real ha decidido tomar cartas en el asunto y baraja diversas opciones para reforzar la seguridad en la zona con el fin de evitar posibles accidentes, debido al estado de ruina que presenta el inmueble.

"Cada vez se están llevando más cosas y tenemos que tomar medidas, porque la pared podría caer encima de alguien y hacerle mucho daño", comentó el alcalde de Vila-real, José Benlloch. Además, las dependencias presentan un elevado grado de insalubridad y, según denuncian los vecinos, junto a la vegetación son numerosos los insectos y roedores que campan a sus anchas por la zona. Por ello también reclaman al consistorio que dé soluciones urgentes para adecentar la parcela y evitar que su deterioro vaya a más en los próximos meses.

Sin presupuesto

La falta de presupuesto es el principal escollo que ha encontrado el desarrollo de esta parcela. Cabe recordar que el proyecto inicialmente previsto para la zona contemplaba el desarrollo de dos grandes pastillas de suelo para uso terciario, en el que pudieran instalarse actividades relacionadas con el sector servicios que completarían, junto al centro de la Vila, la consolidación de una importante área comercial al sur de la ciudad.

Además, en el programa también estaba prevista la consolidación de otra manzana dotacional cultural y educativa; así como la reserva de dos parcelas para construir viviendas. Una de ellas compuesta por residencias tipo planta baja y siete alturas y otra, delimitada por las avenida Italia y Bélgica, donde se iba a desarrollar un gran bloque de pisos. "En estos momentos ninguno de estos proyectos se puede llevar a cabo, porque las empresas no tienen dinero para ello", reconoció el alcalde.

Años de polémica

El pasado mes de abril el Ayuntamiento de Vila-real ganó un pleito judicial interpuesto por 10 propietarios de los terrenos colindantes a la antigua Fritta, que discreparon del acuerdo municipal de permutar los terrenos, por lo que alegaron antes de acudir a la vía judicial. En abril, el consistorio recibió un escrito del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Castelló en el que se le comunicaba que había ganado la sentencia sobre el convenio de la antigua fábrica Fritta a los propietarios de los terrenos colindantes a esta empresa.

Tras la aprobación del convenio con Fritta para recalificar los terrenos y convertir el suelo en residencial, los propietarios de las parcelas colindantes se opusieron a las permutas que realizó el consistorio por los terrenos. Por eso, decidieron presentar alegaciones en el plenario de noviembre del año 2008, aunque la respuesta del equipo de gobierno respecto a estos escritos fue negativa.

Los propietarios decidieron denunciar al ayuntamiento. Alegaron que faltaba motivación y que se vulneraba el principio de publicidad, concurrencia, audiencia y contradicción.