Las lluvias y el viento del pasado martes provocaron el desprendimiento de un tramo de 20 metros de la muralla del castillo de Morella, a la altura de la Porta Ferrisa, lo que obliga a vallar la zona a la espera de que los responsables del Patrimonio adopten medidas para su restauración, algo que depende del Ministerio de Cultura, como propietario,y del consistorio, como encargado desde 2007 de la gestión de este monumento declarado bien de interés cultural (BIC).

El desprendimiento ha dejado al descubierto un tramo de muralla. Las piedras que han caído han quedado acumuladas en la base. Por ello, el consistorio ha vallado el entorno para evitar que las piedras puedan causar daños. No obstante se trata de una zona en la que no hay paso de viandantes. Ayer numerosos vecinos y curiosos se acercaron a la zona vallada.

El ayuntamiento ha informado del incidente el pasado miércoles al arquitecto inspector de Patrimonio de la Conselleria de Cultura, Arturo Zaragozá, quien solicitó un informe con fotografías de la situación al arquitecto municipal, Lucas Castellet.

El director territorial de Cultura, Francisco Medina, informó ayer de que la próxima semana técnicos de la conselleria y él mismo se desplazarán a Morella para comprobar los daños. La zona próxima a la de los desprendimientos también presenta numerosas grietas, por lo que también se teme por la integridad de toda la estructura. Algo de lo que desde la conselleria se advirtió al consistorio, planteándole la urgencia de intervenir en la zona.

En un comunicado, el ayuntamiento informa de que ya ha pedido ayuda al Ministerio de Cultura para que puedan realizarse trabajos de urgencia en la zona afectada por los desprendimientos para consolidarla y evitar nuevos deslizamientos de la muralla. Por una parte se pretenden evitar nuevas desintegraciones de la muralla y por otra también se apuesta por actuar en zonas que también pueden ser susceptibles de derrumbes.

Cabe recordar que con las lluvias y otras inclemencias meteorológicas, se producen este tipo de derrumbes en los inmuebles, algo que hace preciso intervenir con urgencia para evitar daños mayores en este patrimonio.

Responsabilidad

En todo caso el desprendimiento del martes no afecta a las visitas que se realizan a las murallas y al castillo, ya que trata de una que está cubierta por una densa masa de pinos y no es lugar de paso para los visitantes.

En virtud del convenio del 24 de enero de 2007 por el que el Ministerio de Cultura cede la gestión del castillo y murallas de Morella al ayuntamiento se establece que el consistorio debe hacerse cargo del "mantenimiento general de los monumentos (...) conservación de los inmuebles". No obstante, si el consistorio no tiene los suficientes recursos para hacerse cargo del mantenimiento del mismo puede ser el ministerio el que, como propietario, pueda actuar.

En el mismo convenio se dice que el Estado debe "facilitar al Ayuntamiento de Morella toda la colaboración, apoyo o asistencia para la mejor realización de la encomienda de gestión". Además, "el Estado debe autorizar cualquier actuación y supervisar las actuaciones, sin perjuicio de las competencias que puedan corresponder en esta materia a otras administraciones públicas". En este caso sería la Conselleria de Cultura quien tutelaría la restauración del patrimonio.

Comisión de control

Caber recordar que estaba prevista en el acuerdo de cesión la creación de una comisión de control de la gestión del castillo, murallas y convento de Sant Francesc, en la que estarían presentes la diputación, la conselleria, el ministerio y el consistorio. Una comisión que no se ha constituido y que tras el acuerdo de hace cinco años no es obligatorio crear.